martes, 25 de febrero de 2014

Anatomías Secretas. Varios Autores




En estos últimos tiempos, la literatura de terror y de autores españoles está copando por completo la totalidad de mis lecturas, acercándome a escritores que difícilmente habría conocido de otra manera. Uno de los medios más rápidos de hacerlo es a través de los relatos y, por ende, mediante antologías de diferente corte que afronten temáticas variadas desde el punto de vista de distintos narradores. Es el caso de la reseña que vamos a ofreceros en esta ocasión. 

Antes de comentaros la obra en sí, quiero hablaros del culpable de estacompilación. Su nombre es Fernando López Guisado, poeta y crítico literario, y uno de los capitanes de un barco recién fletado llamado La Hermandad Poe. Este grupo de moldeadores de las letras han tenido a bien reunirse una vez al año para crear una antología que gire alrededor del horror más clásico, pero siempre dándole al autor la libertad para crear y permitir de esta manera que las palabras fluyan a través de ellos en un intento de no coartar la creatividad de los mismos.

Su primera antología es la que traemos hoy aquí: Antomías Secretas. El tema sobre el que gira es el de la figura del licántropo. No tanto el hombre lobo que todos conocemos por la literatura clásica o sobre todo por el cine, sino el del animal que habita dentro de cada uno de nosotros y que algunos dejan escapar en contadas ocasiones mientras otros, luchan por retener dentro de sí por miedo a lo que pueda generar si rompiese los barrotes de su cuerpo. De hecho, puedo aseguraros que no solo encontraréis dentro de sus páginas este tipo de cambiapieles, sino que las transformaciones en otros animales se encuentran bien introducidas en muchos de los relatos que completan la compilación..

No quiero dejar pasar la oportunidad de mencionar la portada del ejemplar, obra de CalaveraDiablo, miembro de la Hermandad de pleno derecho y creador del logo de la agrupación. Ésta se presenta con una  mujer esbelta y bella, engalanada con un vestido blanco inmaculado y vaporoso, pero que oculta tras ella ese ser, ese engendro velado por las tinieblas y que, con el sello característico del ilustrador, magnifica ese halo de maldad con el rojo fuego del aura que la envuelve, en contraste con el azul gélido de la dama en su forma humana. Una portada que sin ser un relato, cuenta tanto como las historias que te invita a descubrir en su interior.

Con un prólogo del propio Fernando, explica de manera profesional y certera cómo se formó la Hermandad Poe y en qué forma derivó en el trabajo que tenemos entre manos y cuáles fueron los criterios a seguir para hacerse con el elenco que le acompaña. Además, al final del mismo muestra el germen que desembocó todo esto, que fue en cierto modo, el desencadenante de la idea de crear esta antología. Con un título tan extraño como sugerente, Manukanaka es una narración en forma de poema donde el poeta desgarra con su prosa las entretelas del ser humano actual.

Volviendo al tema meramente literario, he de destacar la heterogeneidad que se encuentra escondida dentro de esta selección de autores. Y lo hago porque aunque conozco alguno de los nombres y sé que sus escritos giran alrededor del terror y el desasosiego de la palabra, muchos otros nada tienen que ver con este género, y es por eso que el gran logro del coordinador es precisamente este, la mezcla tan ecléctica de creadores que ha logrado reunir para la Hermandad, acercando al lector a escritores de Ciencia Ficción, de ensayo, de psicología, histórica e incluso un cineasta nominado a un Premio Goya. Esta variedad hace de esta antología un trabajo original y tan diferente de la mayoría.

Desde hace muchas reseñas, no me interno en la profundidad de cada relato ya que con lo que me gusta hablar y dar vueltas sobre una misma idea, ésta se convertiría en algo aburrido y tedioso para el lector que se haya adentrado en estos lares, además de quitarle la exclusividad de enfrentarse a las historias sin ninguna información. Pero no puedo pasar la oportunidad de decir que para mí, hay tres relatos que me han angustiado muy por encima de los demás: Axol, de Fernando Cámara por lo visual y asfixiante de su trama. Texturas, de Ángel Luis Sucasas, porque su narrativa es una oda a la prosa y a la belleza de la palabra. Y sin lugar a dudas, La mirada del Dodo, de José María Tamparillas porque es increíblemente adictivo, oscuro, opresivo y muestra dentro de sus letras una crítica a la actual sociedad sumergida en la malignidad de la banca y los poderes fácticos. Pero sobre todo, por ese ser emplumado mitad hombre, mitad pájaro sin alas, que desde el inicio causa un pavor irracional y que te deja un poso de inquietud en el cuerpo que tarda mucho en desaparecer del subconsciente.


Sin temor a equivocarme, puedo decir que es la mejor antología de terror que he leído hasta el momento. No he disfrutado aún de otras tan conocidas y bien valoradas como Aquelarre, antología del cuento de terror en español o Calabazas en el trastero. Tampoco he sido agraciado con la audición de las historias narradas en Hijos de Mary Shelley, pero estoy seguro que la que nos traemos entre manos está a la par de las anteriormente citadas. De hecho, en una conversación con un reseñador de renombre acerca de la calidad de la obra, reconoció que este tipo de compendios jugaban en una liga muy superior a las demás. Y para mi, su palabra es ley.

Por ello os invito a descubrir esta excepcional antología de terror que además, está editada a modo de joya casi única en el mercado y con una tirada excepcional y limitada. No dudéis en haceros con ella, porque si sois amantes del terror, no os la podéis perder. No os decepcionará.




Antes de irme, es de recibo dejaros un listado con todos los autores y el título de su relato:

- Francisca, de Miguel Lacarta
-Lo que dicen los ojos, de José Guadalajara
-El Oborot, de Elena Muñoz
- El vestido de mi madre, de Javier Quevedo Puchal
- Muló, de Juan Ángel Laguna Edroso
- Licaón en Moncloa, de Francisco Javier Illán Vivas
- Custodi me a bestiam, de Alejandro Romera
- El ansia, de Miguel Puente Molins
- Miles, Miles, de María Concepción Regueiro Digón
- La mirada del Dodo, de José María Temparillas
- El tigre soplado, de Eloy Alonso
- Axol, de Fernando Cámara
- El otro hombrelobo, de Emilio González Martínez
- El lobo hombre, de José Elgarresta
- Texturas, de Ángel Luis Sucasas
- Piel de foca, de Nuria C. Botey


jueves, 20 de febrero de 2014

La guerra de los hambrientos: Tormenta. Alfredo Álamo


Creo que por primera vez en la historia de este blog, tanto mi compi de letras Chuppy, como un servidor, vamos a coincidir en la reseña de una misma obra de manera correlativa. La ocasión lo merece, no lo vamos a negar. La novela que nos traemos entre manos es una sorpresa completamente gratificante para el que escribe estas líneas, hasta tal punto, que en sólo unas horas acabé con su lectura, algo que desde hacía mucho tiempo ningún manuscrito había conseguido despertar en mí ese ansia por descubrir qué se esconde en el final de la historia. Pero antes pongámonos en situación. 

Sinopsis: "Los hambrientos han comenzado su cacería, necesitan llenar el vacío que les consume el alma y las tripas. Diana sabe bien lo peligrosos que son y que no irían detrás de Ángel si no fuera por alguna razón muy especial; pero, según las leyes del Concilio, no puede ayudarle... aunque ella nunca ha sido muy buena siguiendo las normas. ¿Tendrá algo que ver con los grafitis que Ángel pinta a escondidas y que firma con sangre? ¿O será por alguna de las obras de arte que ha vendido en secreto por eBay? Ni siquiera Toni, su mejor amigo, conoce la verdad".

Comenzaré diciendo que cuando abordé la lectura de este manuscrito, no lo hice con muchas expectativas. No por nada, sino que la literatura juvenil de estos últimos años anda lastrada por los enormes éxitos de sagas como Harry Potter, Los juegos del Hambre o Crepúsculo, y todas dan vueltas sobre los mismos elementos pero con distintos nombres. Sin embargo, Alfredo Álamo nos da una bofetada en el primer capítulo y nos presenta una escena dramática que acaba con un tremendo Cliffhanger, y que al final no deja de ser un mero Macguffin que te obliga a avanzar en la trama y que desde ese momento, no te va a dejar pestañear durante la lectura.

El argumento pese a no ser muy elaborado ni lleno de giros, no está exento de numerosos detalles interesantes que hacen que la ambientación sea creíble durante toda la lectura, quizá gracias a que el autor ha sabido darle empaque a la misma mediante muchas referencias al mundo real, para acercar la historia al lector y conseguir que éste se sienta identificado lo más rápido posible con sus protagonistas. La tecnología también tiene mucho que decir e incluso posee parte de importancia ya que los protagonistas hacen uso de ella para conseguir ciertos atajos a la hora de llegar a según qué lugares.

Pero si hay un aspecto que me ha logrado cautivar, es la manera de afrontar la magia en la novela, muy alejada tanto de la saga de Las Crónicas del mago Negro, como del mismísimo Harry Potter. Aquí la magia siempre tiene un precio, y la mayoría de las veces no es un precio bajo sino todo lo contrario. Y la historia muchas veces te lo hace saber de manera cruda.

Si he de destacar algún elemento de la trama, son sin duda los Hambrientos, parte importante de la historia y sobre los que de manera indirecta, gira todo el argumento. Su figura es inquietante y sobre todo original: Una especie de zombies vampiros que se esconden en las sombras y que su mayor anhelo es degustar la sangre de cualquier mago que se le ponga al alcance. La idea de que el aroma de los magos es para ellos una perdición, y que la magia tiene un olor especial que queda pegado a todo lo que ha estado en contacto con ella, a mi me ha gustado mucho.

Los personajes, pese a no estar completamente desarrollados, al menos están muy bien perfilados y apuntalados en sus respectivos roles. Sus protagonistas, Diana, Ángel y Toni cargan sobre sus hombros todo el peso narrativo, pero en ningún momento se resienten por ello. Avanzan por la historia sin perder el paso, y aunque de manera muy leve, evolucionan lo bastante como para no quedarse en meros espectadores.

Pero si hay un personaje que se lleva la palma en este primer volumen, ese es Aleister. No sé por qué pero mi cabeza imaginaba un Gru, de Gru mi villano favorito, mezclado con un Nosferatu no tan castigado con la apariencia de éste. Su personalidad, su manera de dirigirse a los que le rodean, su desprecio por todo y por encima de lo citado, el secretismo que nos ofrece el autor con su pasado, ha conseguido que a cada aparición de este, mis ojos no se detuviesen ni un momento por el ansia de conocimiento de la historia.

Como es lógico no todo en la novela es positivo. Hay algo que no me ha acabado de convencer y que lastra un poco el acabado de la obra. Los chicos pasan de ser meros desconocidos, a perfectos amigos para siempre, unidos por unos lazos casi tan estrechos como los familiares. Además de esto, la trama, que en los primeros pasos avanza con una velocidad amena y lógica para lo que se va narrando, de repente se acelera y te hace perder el ritmo narrativo creado hasta el momento. Tampoco podemos olvidar el hecho de que la historia se resuelve en un espacio muy corto de tiempo y de un modo un tanto brusco, pero aún así no empaña el acabado general de la obra.

 Además, me gustaría citar la portada del libro, obra del genial y omnipresente Daniel Expósito, que esta vez nos sorprende con una ilustración más cercana al cómic que al realismo con el que nos tiene acostumbrados.

La Editorial Kelonia ha apostado fuerte por esta novela, y ha visto en su interior trazas de una obra que próximamente puede dar mucho que hablar entre los lectores del género y es por eso que se ha volcado en la promoción de la misma mediante interesantes iniciativas para alegrar la lectura al comprador medio.

Sin duda, una de las grandes sorpresas en el género juvenil para este año, y todo gracias a su ritmo dinámico y su narración casi cinematográfica. Probablemente, lo más cercano que tenemos en nuestro país a otros títulos exitosos internacionales de esta temática.

lunes, 17 de febrero de 2014

La guerra de los hambrientos. Tormenta. Alfredo Álamo.



   El próximo día 10 de Marzo sale a la venta esta novela de corte juvenil, y trazas de adulto, que hará las delicias de todo aquel amante de la fantasía y la magia, pues en esta obra se dan cita ambas, aunadas con seres mitológicos, extraños personajes oscuros y misteriosos objetos.

   Diana es una adolescente con cierto poder mágico que un día se encuentra con Ángel y uno de sus misteriosos grafitis. Desde ese momento se desencadenará una sucesión de acontecimientos, comenzando por que al chico le hiere y persigue un extraño personaje salido de las sombras, un hambriento, lo que hace que la muchacha piense que algo ha cambiado. Acompañados de Toni, fiel amigo de Ángel, iniciarán una aventura por conocer el comportamiento de estas criaturas y el por qué de ciertos fenómenos raros que se suceden en la ciudad en esos días.
  
   En su camino conoceremos oscuras figuras con poderes y fuerza ancestrales, nos encontraremos con seres que brotan de la nada más tenebrosa con hambre y sed de mal, con fronteras entre mundos y complejos concilios de gente poderosa.
  
   Una grata y fresca sorpresa ha sido la irrupción de esta obra pues, no siendo un género que me entuiasme, he sido atrapado en la realidad de estos chicos a través de un texto ágil, sin complicaciones, llevando al lector a unas escenas increibles, entrelazando realidades y fantásticas localizaciones, dejándote con ganas de más.
  
   Sí, con ganas de más, pues existen tantos datos, tantos personajes y tantas historias interconectadas en tan poco espacio, apenas 180 páginas, que cuando acabas su lectura quieres empezar otro volúmen por que con lo grande que es este, seguro que hay más.

   Recomendadísima lectura fresca y juvenil.
   Recordad, próximo 10 de Marzo a la venta.

Bueno, Bonito... Maldito. Varios autores




Aún recuerdo hace muchos años, cuando aún era un chiquillo asustadizo (mucho más que ahora), que emitían en Telecinco una serie llamada Misterio para tres. En esencia trataba de un par de primos y un señor que les acompañaba, que se dedicaban a buscar ciertos objetos que en el pasado, su abuelo había estado vendiendo desde la tienda de antigüedades que regentaba. Esto es lo primero que mi cerebro puede recordar relacionado con los objetos malditos. Ya más adelante, si me pongo a rebuscar en mi memoria, visualizo El retrato de Dorian Grey o más de un relato de terror de autores consagrados de la talla de Poe, Lovecraft o Sir Arthur Conan Doyle. El caso es que este tipo de objetos siempre me ha despertado la curiosidad, y he intentado internarme en sus historias en busca de un morbo irracional que saciara mi curiosidad.


Cuando Athman me confirmó que dicha antología estaba en marcha, me propuse hacerme con ella en el mismo instante que viera la luz. Él debió percibirlo en mi cara (bueno, estábamos hablando por chat) porque automáticamente me ofreció un ejemplar, y la posibilidad de leerla casi en exclusiva. Y así lo hice. En cuanto aterrizó en mis manos, me puse a leer y lo que allí me encontré fue algo bastante interesante y de una calidad más que reseñable.


Mis expectativas con ella eran muy grandes. La razón era que la anterior antología editada por La Pastilla Roja, había dejado un sabor algo agridulce en mi paladar y quería resarcirme de esa pequeña decepción. Es por eso que en cuanto abrí las páginas de Bueno, Bonito… Maldito y comencé a leer, supe que ahí tenía algo muy bueno y entretenido por delante.


Dentro de la antología, nos encontramos diversos objetos encantados o malditos, y muy variables entre sí. Desde la simpleza de un silbato, hasta la ilusión de un niño encarnada en una bicicleta clásica recién restaurada, o en el interior de una lata de anchoas. Llaves, relojes, batidoras… Cualquier cosa es susceptible de albergar el mal en su interior, y eso ha quedado muy bien plasmado en las páginas de este libro. 


Lo interesante de estos relatos es precisamente eso, la naturalidad del objeto, lo cotidiano del mismo. De una manera inconsciente y durante toda la lectura, estás ansioso primero por descubrir cuál es el objeto que porta la maldición. Una vez descubierto, toda tu atención se centra en adivinar en qué consiste es mal que te va a hacer sufrir durante las siguientes líneas. Y tras haber pasado por todos esos estados, lo último que te queda es disfrutar del sufrimiento de los personajes observando de qué manera consiguen deshacerse del objeto, o cómo este acaba con los días de vida de sus portadores.
 

La disposición de los relatos es de lo más acertada. Ninguno de ellos repite en cuanto a temática a medida que vas leyendo. Si el tercero contiene escenas de lo más gore, el cuarto te sumerge en una espiral de mal rollo psicológico que te hace mirar a todos lados en busca de algún vaso de agua que pueda acabar humedeciendo tus labios, secos por el ahogo de la lectura que tienes entre las manos. Este factor es algo que se agradece, ya que le añade dinamismo a la lectura y te aleja de la pesadez de volver a enfrentarte a una misma temática en los relatos.


Lo divertido de esta lectura, es la idea que se queda plasmada en tu cerebro cuando al terminar, piensas si en realidad, esas historias que se dan por ciertas y relacionadas con ciertos objetos que trajeron la desdicha a sus propietarios, tendrían al menos un poso de verdad. Quizá no sea cierto, pero para eso está esta antología, para mostrarte la cara más oscura de todos esos elementos que nos rodean en nuestra vida diaria y hacerte dudar sobre la idea de que, ¿quién sabe?, quizá esos que tienes frente a ti, en el bolsillo o colgado al cuello, son los culpables de tus desdichas diarias.  Por si acaso, no sintáis mucho apego por ninguno de ellos…

Aquí tenéis el título de cada relato y sus autores:

1 – La Llave de Jacob Gibbons – Pablo García Naranjo
2 – Kaviars Skaits 3 – Iván Mourín
3 - Aisling – Ana Morán
4 – El sabor de la locura – Álvaro Peiró
5 – La mudanza – Marta Junquera
6 – El reflejo del alma – Lucía Pérez

7 – El hechizo del estío – Beatriz Troitiño
8 – Hornet – Luis Guallar
9 – El informe – Raúl Ansola
10 – La butaca del infierno – Daniel Meralho
11 – El silbato de Irah – Néstor Allende
12 - La promesa – David Rozas
13 – Reliquias – Ana Martínez Castillo


 

jueves, 13 de febrero de 2014

Zona catastrófica. Antonio Sánchez Vázquez.



   Y volvemos con los zombis.
   En esta ocasión nos adentraremos en Pozuelos de los Arroyos, un pequeño pueblo andaluz dedicado al campo y al cultivo de la religión, que no tiene otro fin que ver pasar los días regodeado en su tranquilidad.   Nosotros llegamos a él cuando la sequía más fuerte que se recuerda en años asola la localidad, llenando de ruegos y rezos los lamentos de los lugareños, pues la cosecha peligra.
   Cuando las oraciones de los feligreses parecen ser escuchadas en forma de lluvia, aparece tambien una extraña epidemia por las calles del pueblo y, poco a poco, la tormenta se agrava, tanto la meteorológica como la viral, haciendo de la villa un infierno. Con las salidas cerradas por diversas razones, los habitantes quedan atrapados en una pelicula de terror como no podrían haber imaginado nunca.
   Así, por decisión del destino, una doctora de cabecera llamada Francisca se verá inmersa en una vorágine de sucesos sin sentido que según van pasando los momentos se va volviendo cruel, despiada y sorprendente.  No estará sola, pues formará un grupo curioso con dos guardias civiles, un cura, una familia recién llegada al pueblo y un trío de periodistas que cubrían la amenaza atmosférica, y que tendrán que hacer frente a una multitud de situaciones bárbaras y despiadadas, emplearse de manera inhumana y atroz para defender sus vidas e intentar salvarse, dando un giro de 360º a las personalidades que tenían al princípio de todo el caos.
   De ritmo frenético y espacio temporal corto, todo ocurre en tres días, la lectura de esta magnífica e implacable narración te dejará momentos de estupefacto horror y odiosas sorpresas.
   Bastante recomendable ya que la historia, los personajes y el escenario te absorben desde el primer instante, aunque los pequeños fallos de edición se hacen notar llegando a resultar molestos. Aún así, si te gusta el miedo, los zombis y la casquería, este es tu libro.

sábado, 8 de febrero de 2014

El secreto de Boca Verde. A.M. CALIANI.


   ¡¡Madre qué ruina!! Ya que vamos a afrontar una de aventuras. De auténticas, trepidantes e interminables aventuras. De las que gustan a todo el  mundo y a nadie dejan indiferente. De las que te enganchan en el prólogo y no te sueltan hasta los agradecimientos finales. De esas aventuras que tanto escasean y que siempre hacen falta en nuestra biblioteca.
   Un par de periodistas españoles, David Beltrán y Rogelio Durán, trabajan para la revista bimensual de leyendas y aventuras “Grial”, y son contactados por una sofisticada y espectacular rubia que, en representación de una corporación propiedad de un multimillonario, les propone acometer un trabajo en una localización de la selva del Amazonas entre Brasil y Perú que, tiempo atrás, ellos habían descubierto por casualidad.
   De la mano de estos personajes, y de los muchos que desfilan por las líneas de esta novela, conoceremos lugares de ciencia-ficción, paisajes imposibles, rincones recónditos y maravillas desconocidas. Viviremos la esperanza, la magia y la ilusión, pero también las ganas de venganza, la corrupción y traición, la virulencia de las batallas y el derroche bélico.
   Aunque no todo será negativo pues el valor de la amistad, la lealtad y la fidelidad también tienen su gran dosis de presencia en la figura de personajes, aparentemente pequeños, pero con gran peso en la historia.
   Intensa desde el principio, con un ritmo que va creciendo, al igual que la tensión, el suspense y el misterio, según avanzas en la lectura. Con momentos de verdadero miedo y con increíbles golpes de humor. Personajes múltiples y dispares entre sí, que se complementan unos y se repelen otros. Con sorpresas cuando menos te lo esperas y con un ágil, fresco y agradable sentido de la narración, serás capturado y llevado a lo más profundo de la selva para realizar una misión a merced de todos y cada uno de los peligros que puedas imaginar.
   Serás arrastrado sin piedad a vivir una aventura como hace tiempo que no vivías, pues dentro de esta obra están todos los ingredientes necesarios para que te sientes y disfrutes.
   Absolutamente recomendada si quieres vivir una emoción que te dejará huella.
   Lo dicho: “¡¡Una ruinaa!!.