miércoles, 21 de noviembre de 2012

Realidad Aumentada. Bruno Nievas

He aquí una novela que cuando leí su sinopsis, cumplía perfectamente todas mis expectativas pero que a medida que iba avanzando la misma, comenzó a diluirse como una cucharada de sal en un vaso de agua caliente. Primero por partes, la trama.

Jacob es un programador informático y neurólogo bastante aclamado en su campo. Un día recibe la invitación de un gran gurú de la informática para participar en un gran proyecto en el que ha invertido mucho dinero y gran parte de su prestigio. Lo que realmente quieren de él, es una disponibilidad absoluta al proyecto, por lo que le hacen firmar decenas de contratos de confidencialidad blindados a cal y canto. Cuando Jacob es presentado a los demás trabajadores, descubre que la mujer por la que ha sufrido en silencio todos estos años tambien participa en el mismo.

Todo lo relacionado con el proyecto tiene un halo de misterio alarmante hasta que antes de comenzar a trabajar, le exigen pasar unas pruebas físicas y neuronales que acaban por levantar sus sospechas de que algo no va bien. Pero cuando de repente comienzan a fallecer varios compañeros involucrados en la parte mas cercana del experimento, saldrán a la luz varios secretos de los que Jacob no había sido informado. Será entonces cuando él mismo busque respuesta a lo que sucede... y a lo que le está pasando a él mismo, ya que ha comenzado a desarrollar un sexto sentido del que antes no estaba dotado.


No puedo profundizar mucho mas en la trama ya que me cargaría gran parte de lo interesante de la misma, que es el funcionamiento del Software desarrollado, y los problemas surgidos alrededor del mismo. La trama avanza a una velocidad justa, sin entrar en demasiados detalles, pero que tampoco deja datos sin contar en el tintero. La narración es ágil y sencilla, y no muy cargada de datos técnicos informáticos de los que suelen estar dotadas este tipo de novelas. Con cuatro o cinco informaciones básicas te va atrapando en la historia hasta que descubres el software y es cuando de verdad entras a pleno rendimiento en la novela.

Los personajes, sobre todo Jacob, y la señorita Lia, no están nada mal desarrollados y su puesta en escena es bastante consistente. Jacob es muy creíble gracias a la humanidad de la que le dota el autor, lleno de seguridad en lo concerniente a sus dotes de trabajo, pero eminentemente inseguro en su relación con Lía. Ella precisamente es la antítesis del neurólogo, fría, impulsiva, cortante... toda una femme fatale que al principio puede llegar a gustar. Pero que a medida que vas pasando las páginas es más y más cargante y estúpida, hasta convertirse en una odiosa. Y para colmo su historia de amor/odio con Jacob, o viceversa no es nada creible.

Pero el problema de la novela viene cuando comienzan a indagar en el origen del software y empiezas a ver por dónde van los tiros. Es como si todo el camino andado, no hubiese servido para nada y el autor decide irse a lo fácil. ojo, que la trama aun así sigue estando muy bien tratada y escrita, y te mantiene en vilo a mdida que vas avanzando hacia el desenlace, pero es demasiado hollywoodiense para mi gusto, y un poco manida y vista en otras obras semejantes, y quizá sea eso lo que a mi parecer le lastró.

Aun así la recomiendo solo por ver el software desarrollado porque es muy originaly además su descripción muy gráfica. Tiene a su favor que es muy fácil y ágil de leer y en poco tiempo está terminado. He leido por ahí que la novela va a ser llevada al cine, y he de reconocer que se presta bastante a ello, como si hubiese sido escrita para tal fin.

Os dejo con esta visión personal y os emplazo próximamente a otra crítica algo alejada de lo que reseñamos habitualmente.

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