Hoy nos
vamos a salir de la norma establecida en este blog y nos adentraremos en las
letras y páginas de una novela destinada al público juvenil. De la mano de
Everest nos llega esta historia llamada El autor de este libro es un zombie, y
firmada según la portada del mismo por los Hermanos Abad, a todas luces un
pseudónimo ya que, al asomarnos a la contraportada del ejemplar, descubriremos
que su autor se llama en realidad Javier Martínez.
Mi historia
con este libro es simple. Coincidí con el escritor en una charla sobre
literatura de terror en un evento al que ambos habíamos sido invitados junto a
otros compañeros. Tras charlar un rato, me ofreció su novela para reseñarla al
saber que mi tiempo libre lo ocupaba con dichos menesteres. Acepté el reto y
seis meses después este es el resultado. Nos pondremos con la sinopsis y tras
eso, comenzaremos con los detalles.
Sinopsis: En
un pueblecito costero, dos hermanos se acercan al pequeño bazar que regenta
Dionisio. El recado que les ha encargado su madre es que repare un pequeño desperfecto
en un cuadro que tenían colgado en casa. Tras dejarlo allí, vuelven al cabo de
un tiempo y el tendero les devuelve la ilustración con un curioso garabato como
remiendo. Los chicos al pedir explicaciones, reciben la noticia de que un nuevo
ayudante se ha encargado del arreglo. Además, el tendero les enseña unos
extraños cuadros salidos de la mano de dicho ayudante, que abre la curiosidad
de los Hermanos Abad y les llevará desde ese momento a un espectacular trabajo
de investigación y pesquisas alrededor de la figura del Señor Dostoievsky, el
extravagante e histriónico ayudante de Dionisio.
Con esta original
premisa, comienza esta historia que, sin lugar a dudas, es ante todo… singular.
Los Hermanos Abad son los personajes principales y los encargados de mostrarnos
todo lo que acontece a través de sus ojos y letras, ya que lo que nos vamos a
encontrar entre las páginas de “El autor de este…” es una traslación escrita de
una declaración oral: la que el Sr. Dostoievsky les explica a los chavales.
Sin duda, la
historia es onírica e infrecuente tanto en el modo de ser narrada, como en su
argumento, ya que la manera de expresarse del ayudante de Dionisio fluctúa
entre la lucidez y la fantasía, algo que nos queda claro desde el primer
momento. A pesar de que todo el peso de la trama recae sobre los hombros de los
dos hermanos, en cuanto la figura del desharrapado personaje hace aparición,
roba todo protagonismo a los chavales y se apunta todo el mérito de lo
entretenido de la masa argumental. Sus excentricidades, sus respuestas fuera de
lógica y sus incoherentes y enigmáticas palabras, son las que llevan al lector
a entrar en el juego del autor y en breves minutos se ve ahorcado por las
páginas que no le dejan respirar ni un solo momento.
La inclusión
en la historia de cierto elemento chamánico relacionado con la magia vudú
haitiana, es un soplo de aire fresco si lo comparamos con la mayoría de
lecturas que nos podemos encontrar en el género de terror juvenil. Cierto es que
el verdadero gancho no es otro que la palabra “zombi” que aparece en su portada
y que seguramente atrapará a más de un lector esperando las dosis típicas de
sangre, vísceras y casquería relacionada con tan mítico referente del terror.
Pero nada más lejos de la realidad. El autor se desprende de esa literatura, y
nos cuenta una insólita aventura, más estrambótica si cabe al ser narrada por
el Sr. Dostoievsky.
He de
reconocer que, para ser una novela destinada a chavales de 12-14 años, tiene un
lenguaje exquisito, sobrio, muy elaborado, y nada parecido a lo que nos tiene
acostumbrado el género, generalmente dado a usar un idioma alegre, coloquial y
gráfico, muy poco dado a lucirse por miedo al no entendimiento de sus lectores.
He de
resaltar como nota negativa precisamente lo mismo que tanto me ha gustado, y es
que tanto la trama como el lenguaje tan enrevesados y correctos que utiliza el
autor pueden confundir y aburrir a los lectores menos avezados ya que su
argumento te exige tener toda tu atención volcada en sus páginas debido al
misterio que rodea a los Hermanos Abad.
En
definitiva, un argumento con tramos muy confusos pero que, en cuanto traspasas
la línea de la presentación de personajes, estás atrapado en la tela de araña
que es su historia, y que no dejarás hasta que descubras lo que se esconde tras
la imagen mística y andrajosa del Dr. Dostoievsky, su pilar principal.
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