miércoles, 23 de diciembre de 2009

Apocalipsis Z de Manuel Loureiro




Hace tiempo, de manos de un compañero de trabajo conocí una obra literaria muy curiosa titulada Guerra Mundial Z, de Max Brooks. Su temática Zombie dista en mucho en la manera de narrar las historias de los No muertos por lo que rápidamente me atrapó en su regazo sin darme tiempo a escapar del temido Virus. Buscando información sobre la obra en Internet, descubrí que un español había creado una web en la que a modo de diario, prácticamente todos los días iba publicando entradas sobre lo que le estaba ocurriendo a él mismo, en un mundo apocalíptico y repleto de zombies. Fue tal el bombazo y el revuelo que formó, que hordas de blogeros atestaban su blog a diario, para saber qué le deparaba en su supervivencia al protagonista de aquel relato.


Pues bien, lo que comenzó por un juego, hoy es una novela hecha y derecha muy bien contada, y que además cuenta con una segunda parte y una edición especial recién estrenada de esta primera.
Su lectura, por fresca que es, se convierte en algo sumamente agradable, y poco a poco te va atrapando en sus páginas.
Manuel es un abogado que ejerce en un pueblo de Pontevedra alejado de las grandes urbes. No es multimillonario pero gana lo suficiente como para vivir bastante bien en su chalé de soltero. Hasta que de repente un conflicto en un país ficticio acabado en -chistán, Europa del Este, acaba con el escape de un virus que al principio toman por una simple gripe, pero que a medida que va adentrándose en Centroeuropa, se va convirtiendo en algo más importante.
Las primeras páginas, se hacen más pesadas, ya que hay que entender que el autor va contando de poco a poco con una fidelidad impresionante todo lo que va haciendo cada día, informando a través del blog de sus impresiones y opiniones respecto a lo que está pasando al otro lado de Europa. Pero cuando se va descubriendo el pastel, la cosa gana muchísimo en cuanto a interés.
¿Qué es lo que más me gusta de esta novela, que odio en las demás? La absoluta ausencia de diálogos. En todo el libro creo que no llegan a más de tres escenas con ellos. Todo lo cuenta a través de sus ojos, por lo que no hacen falta los mismos.
Parecería que sin los diálogos, la cosa sería aburrida, pero no, en absoluto. Le pasan tantas cosas, tiene que superar tantas pruebas y se expone a tantos peligros, que nos tiene continuamente en vilo, además de que la historia de una persona corriente convertida en héroe de verdad, atrae nuestros sentimientos mas ocultos.
Otro punto a favor es el entorno en el que está narrada la historia. Olvidaos de grandes urbes tipo Manhattan y de pequeños pueblos en el estado de Wichita...no. Esto pasa en España. En Pontevedra, Vigo, Madrid... Todo lo que cuenta nos será sumamente familiar, la vida de la gente no nos sonará a chino ya que sus costumbres serán las que tenemos nosotros a diario y los personajes secundarios conocidos, tipo presidentes y ministros, serán los que están, no hará falta describirlos porque todos sabemos quienes son, y esto, ayuda en mucho a la historia, creedme.

Respecto a los zombies, pues nada, son como os los imaginéis. Sucios, harapientos, no tan lentos como pensábamos y sobre todo muy cabrones.

Una historia que te atrapa de principio a fin y que al carecer de diálogos, en vez de tener trescientas páginas, cunde como cualquier novela de casi quinientas.
Para los no fanáticos y devoradores de novelas fuera de lo común. Como mínimo si tuviera que puntuarla, se llevaba un nueve de calle.

1 comentario:

  1. Lo tengo hace tiempo y no lo leí! Ahora, con esta reseña, me entró la espina..:D
    Chas gracias amigos!!

    ResponderEliminar