domingo, 5 de mayo de 2013

Envuelto en un aura de misticismo que no buscaba y con la sensación de ser un hombre frío, distante y algo  insocial, Nicolás Kopergnik, creció a la sombra de un hermano que lo humillaba, de una hermana que se burlaba de él y de otra, la mayor, que aunque le quería no podía seguir su ritmo. A la muerte de su padre, años después de que lo hiciera su madre, los cuatro hermanos pasan bajo la tutela de su tío materno, un aspirante a obispo que cambiará para siempre su vida.

Médico, matemático, astrónomo....Copérnico dedicó su vida al conocimiento de la verdad y al trabajo de esclarecer la teoría de Tolomeo sobre la la rotación de los planetas en el que se decía que la tierra era el centro del universo. A esto se le unieron sus labores como canónigo y a las habladurías de una supuesta relación pecaminosa con una mujer. Contado y/o narrado en dos perspectivas, al principio con un narrador en off y, a medio relato, en primera persona a través de los ojos de un discípulo que le animó a publicar su obra...es, sencillamente, grande.

Esta obra de Banville es el inicio de una tetralogía del autor dedicada a la reflexión, y su influencia, de la ciencia para la vida que acaba con "La carta de Newton".

Como ya he dicho antes, grande es la lectura de esta novela a la par que enriquecedora pues, conoceremos de primera mano a uno de los personajes más importantes de la historia del mundo.

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