lunes, 4 de febrero de 2013

El cuarto Jinete. Víctor Blázquez

Un buen día, gastando mis horas digitales en Twitter, recibí una invitación amistosa de presenciar la presentación de una novela en un gran centro comercial de la capital, al que iban a asistir varios escritores para realizar una especie de symposium sobre el género de terror. El titular de dicha invitación era un muchacho llamado Víctor Blázquez. La verdad es que no le conocía, simplemente había oido su nombre de pasada alguna vez, pero no se había quedado grabado en mi memoria en primera instancia. Accedí a acudir a esa presentación, y allí que me planté sin ninguna expectativa más que la de ver a un grupo de escritores intelectuales hablar de su obra en plan pedante y a glorificarse entre ellos mientras intentaban convencer al visitante de que su novela merecía ser comprada y disfrutada de una manera inmediata. No podía estar más equivocado.

No voy a narrar lo que en aquella convención sucedió, sólo anotar que comenzó pasadas las cinco de la tarde y un servidor, regresó a su morada a eso de las siete de la mañana del día siguiente tras haber compartido taxis, cenas y fiesta con lo mejor de la literatura de terror de la capital y parte de las comunidades autónomas restantes. Por lo tanto, fue un éxito rotundo para este humilde "bloguero". El caso es que Víctor (espero que me permita llamarle así) presentó su novela, y yo, agradecido por semejante invitación, la compré sin ningún rubor, y me la llevé a casa firmadita por su autor. Y he aquí lo qu encontré entre sus páginas.

Imagínate caminando por un set de rodaje, plagado de escenarios, extras y elementos diversos de atrezzo. Los actores principales están ahí, frente a ti, interactuando entre ellos y tú te mueves por el set como si formaras parte de la filmación. Sigues caminando por entre los estudios, y te das cuenta de que se está rodando una película de terror, de zombies para ser más exactos. Sabes que se supone que todo lo que te rodea es Castle Hill, un pueblo
cualquiera de Estados Unidos. Y sabes que allí, no muy lejos del núcleo urbano hay un laboratorio en el que va a suceder algo muy gordo. Según el argumento de la película, un virus mortal llamado El cuarto jinete va a escapar de sus puertas, y va a sembrar el caos por todo el pueblo, infectando a propios y extraños, ancianos y niños y tú, tú serás un privilegiado, porque podrás verlo todo de primera mano. Tú, serás protagonista invisible de todo lo que acontecerá allí. Así que, siéntate, ponte cómodo y prepara unas palomitas porque la película está a punto de comenzar
.

Sí, El cuarto jinete es una novela más de serie Z. Sí, no es muy original, al menos en principio. Virus se escapa de laboratorio ultra secreto, infecta al personal del mismo que, de una manera que no se explican, llega al pueblo y contagia a todos los habitantes, menos a un grupo reducido de personas que luchan por sobrevivir pasándolas canutas. Podríamos decir que esta es la premisa más o menos principal de todas las novelas de este género, pero no sólo las series Z suelen comenzar así. Nivel 5 de Preston y Child o En el blanco de Ken Follet tambien lo hacen, y no tiene mucho que ver con el Cuarto jinete, salvo su inicio. Es más, hasta el maestro Stephen King lo hace con su obra culmen para muchos, Apocalipsis, y poco puedo decir que no se haya dicho ya de esa novela. Por lo tanto, no porque no sea original su inicio, podría hacer que mi interés se viese espoleado. Ni mucho menos.

Lo que más me llamó la atención cuando me dispuse a leerlo, fue el papel del narrador. En vez de ser un observador neutro que se pasa toda la novela contándonos las correrías de los personajes,
éste pasa a formar parte de la trama como si se tratase de un guía turístico invisible, que coge de la mano al lector y le va llevando por cada uno de los lugares de Castle Hill y mostrándole cómo se van produciendo los acontecimientos. Y la verdad, no hay nada mejor que una ruta guiada por el pueblo para poder empaparse de verdad de todo lo que sucede allí, porque Víctor, al igual que muchos de los escritores de estas nuevas hornadas, bebe de las fuentes de aguas más cristalinas literariamente hablando. Y su manantial más puro no es otro que el maestro Stephen King.

Hay muchísimos indicios de ello a lo largo de la obra, y se nota. A pesar de tener tan solo 333 páginas, a medida que vamos leyendo notamos que se trata de una obra coral en muchos aspectos. Y para ello echa mano de tan curioso narrador para llevarnos casa por casa, introduciéndonos en habitaciones, baños y cocinas, parando el tiempo, avanzándolo y rebobinándolo, para que podamos conocer a los que, en unos minutos, se convertirán en los protagonistas de los sucesos. Y lo hace muy bien, porque en vez de dedicar páginas y páginas a acontecimientos pasados que conectan las vidas de los personajes, lo que hace es tratarlos de pasada, dando los suficientes detalles para que entendamos las relaciones entre ellos, y así no sorprendernos con las decisiones que más adelante puedan tomar. Es como si estuviésemos sentados frente a un televisor, y éste nos mostrara cada plano, cada escena, y nosotros llevásemos la cámara a donde nos interesara.

Dejando de lado el narrador, hay que decir que la historia está plagadísima de referencias y homenajes a novelas y personajes del género de terror. Ya en el comienzo queda muy claro con los dos primeros protagonistas, con uno de ellos llamado Neville, en clara referencia al Robert Neville de Soy Leyenda de Richard Matheson. O una tal Carrie, que en una de las escenas echa una mirada de furia que parece que va a incendiar la habitación, como una famosa chiquilla que da nombre a la primera novela de Stephen King. Hay bastantes para acordarse de todos, pero el apellido Sloat (El Talisman), o ese narrador omnipotente y omnipresente de La casa negra, son los que ahora mismo más recuerdo.

Los personajes, que no son pocos, están tratados con mimo y son retratados de una manera muy real. Tienen sus debilidades, sus puntos fuertes y su personalidad está muy bien detallada. Sólo le veo una pega. Y es que al ser la novela tan corta, Víctor no puede explayarse a la hora de describirlos, por lo que a la larga, cuando volvemos a ellos, a veces nos liamos un poco con sus nombres ya que, pese a la poca extensión de la novela, la cantidad de personajes es bastante abultada. Aunque es una cosa que me ha pasado a mi, y no tiene por qué pasarle a los demás.

Siguiendo con los personajes, estos no evolucionan en exceso, pero sí se notan sutiles cambios en alguno de ellos, y, sobre todo, una vez terminada la novela, eres capaz de describir a cada protagonista con un adjetivo que los describe a la perfección, lo que denota el buen trabajo hecho en la esquematización y plasmado de los mismos.

Pasemos ahora a la ambientación. Hay momentos en los que de verdad parece que estamos sumergidos en una película, con sus giros de cámara, sus primeros planos y sus planos generales. Y todo porque la manera de narrar de Víctor es muy cinematográfica, supongo que gracias a su trabajo como segundo de dirección. Comentar ese condón seco en medio de un descampado, el llavero oxidado y perdido por alguien hace muchísimo tiempo... Esos detalles engrandecen la ambientación y ayudan a que el lector se implique más aun con la novela. Hay momentos en que parece que puedes sentir en la boca el terroso sabor del viento al correr por entre las calles desiertas. Por cierto, que los matorrales redondos que ruedan siempre en las películas del oeste, y que en la novela no aparece su nombre se llaman tumbleweed y por mi pueblo los llaman capitanas.

Y por último hablemos de los zombies. Sí, los mejores zombies que he leido en una novela de este género. ¿Y por qué? Porque estos zombies corren como verdaderos hijos de puta dispuestos a devorarte lo primero que pillen. No son esos bobos arrastrapies que poco a poco te van siguiendo pero realmente nunca te atrapan. No, estos son verdaderos animales salvajes. Siempre al acecho, escuchando, oliendo el aire. Éstos son los que si de verdad hubiese una plaga, acabarían con la humanidad en cuestión de meses. Por tanto, perfecta elección de enemigo, que amplía si cabe la tensión de los acontecimientos.

Y quiero hacer una mención para el mayor acierto de la novela. Si hay algo que a mi me seduce de una novela, es que el/los protagonista/tas sean niños, y Víctor acierta de pleno incluyendo a la angelical Paula. Sus ocurrencias, sinceridad y tesón a la hora de intentar hablar como los mayores me atrapó desde el principio, convirtiéndose así en mi personaje preferido de la historia.

En resumen, una de las mejores novelas de zombies que he leido, si no la mejor, junto a Apocalipsis Z, que merece la pena disfrutar no sólo por la frenética acción que contiene, sino por la perfecta factura de la misma, tanto en el comienzo de la novela, como en el desarrollo y, por su puesto en su final, que está a la altura de toda la calidad de la novela. Y quiero destacar de dicha conclusión, que se nota que está muy meditada. El autor sabía cómo quería dar fin a la historia, y lo plasma a la perfección en los últimos compases de la narración. Con un buen giro de los acontecimientos y, aunque en principio un poco cogido por los pelos, Víctor se asegura una explicación para que todo derive en los acontecimientos que acaba por narrar.

Gracias Víctor por haberme invitado a tu presentación, por haberme firmado la novela, y por haberme regalado estas horas de lectura tan amenas que he podido disfrutar, porque sin duda, su continuación El cuarto jinete Armagedón, dará mucho que hablar, al igual que su autor.

10 comentarios:

  1. Apuntado queda, como ya te dije, ya había oído hablar muy bien de el y ahora más ganas tengo!!!

    Por cierto, porque yo no me entero de estas cosas en Madrid y si en Sevilla, Málaga o BCN??? Con lo que me gustan estas "jornadas culturales"!!!!

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  2. Como siempre, gracias por comentar guapa. Espero que esta vez no te quejes de los Spoilers, que luego me siento muy malamente. Ahora sólo queda esperar a que salga el segundo (no queda mucho) y devorarlo cual zombie en una orgía gore.

    Un besazo preciosa.

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  3. Fantástica reseña. Coincido contigo al cien por cien. Es una de las mejores novelas del género Z (y de otros géneros) de las publicadas recientemente. Esperando a ver cuando se publica la segunda parte para saber qué ha sido de Paula y los suyos.

    ¡Un saludo!

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  4. Gracias!! Me alegro de que cada vez mas gente se anime a comentar en nuestro blog. Es evidente que hemos evolucionado cada vez más, y nuestras reseñas van mejorando, pero gracias a vosotros esto se hace más grato si cabe. Y si, no podría decirlo hace un mes, pero tengo unas ganas enormes por que llegue la siguiente parte, devorarla y reseñarla, que ya le he cogido el truco.

    Un saludo de parte de Chuppy y un servidor!!!

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  5. Que buena reseña. Estoy de acuerdo en todo, has hecho una disección perfecta de la novela y también pienso que la continuación va a dar mucho qu hablar.
    Un detalle, yo no sé si es para mal o para bien, o me meto tanto en la lectura y personajes que nunca en ninguna novela pillo una referencia. He leído y visto las novelas y peliculas de las que hablas pero al leer la novela no pille ninguna. Felicidades (por lo de volver a las 7 de la mañana)

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  6. No hombre!! Gracias a ti por comentar en este humilde lugar.

    A veces no siempre captas todos los homenajes que se lanzan en las novelas. Ya sea como dices por tu nivel de interactuación con la historia, estado de ánimo o atención. No es ni bueno ni malo, simplemente no los has cogido. Pero mira, yo tampoco soy muy bueno cuando las novelas son de doble sentido, típicas críticas a la sociedad, a la política o al estado policial, por ejemplo. A veces simplemente veo historias, y nada más, y hasta que no te paras a pensarlo, no eres consciente de lo que has leido en realidad.

    Espero verte de nuevo por aquí..

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  7. Mira, paisano.
    Voy a tener que dejar de pasarme por aquí, porque todas tus reseñas me encantan y eso conduce a que me gusten los libros (y eso que los Z no me llaman nada), que van a mi lista de pendientes, que ya es más que kilométrica.
    Dicho lo cual, estupenda reseña.
    Besindios.

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  8. Pues eso de que tengas que comenzar a replantearte el tipo de novelas que lees, me resulta superhalagador. Alguien como tú, con un blog con cientos de seguidores, que se fije en un blog tan humilde como el nuestro, y que tenga palabras como esas para nosotros, es algo que como al rey, nos llena de orgullo y satisfacción. Quizá este tipo de novela no sea tu preferida, pero algunas tienen cierto regusto fino, que merece la pena aprobar de vez en cuando.

    Un besazo guapa!!!

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  9. Millones de gracias por la reseña, Tolu. Es todo un honor leer cosas así sobre lo que ha escrito uno. Y espero verte en la próxima presentación, cuando llegue el Armagedón!

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  10. Hopewell, o mejor debería decir, Víctor Blázquez... Gracias por comentar. Para mí ha sido un enorme honor conocer tu novela y reseñarla, no pensé que la fuera a disfrutar tanto. Has conseguido que espere con ansia la siguiente novela, y ¿Quien sabe? Igual este pequeño rinconcito se ha convertido ya en un enorme lugar por el que pasear de vez en cuando y descubrir novelas de igual calidad que la tuya. Nos veremos en la próxima presentación, seguro...

    Melodie... No sé muy bien qué decir. Me han sorprendido tantos halagos, no sé si por inmerecidos o por lo poco acostumbrado que estoy a que me regalen los oidos. Visitaré tus dos blogs para echarles un vistazo ya que me has invitado. Espero verte por aquí mas a menudo.

    Un abrazo a ambos de parte de Chuppy y mío.

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