martes, 29 de enero de 2013

La hora del mar. Carlos Sisí

Hola amigos lectores de este blog. Hoy tengo el gusto de presentaros una novela que me ha dejado un sabor bastante dulce en el paladar. Bueno, mas bien salado debido al papel tan importante que tiene en esta historia el Mar. Y lo pongo con mayúsculas, porque a partir de su lectura, no lo veréis de la misma forma, igual que aquellos afortunados que fueron a visionar a su cine preferido Tiburón, de Steven Spielberg. El Mar guarda muchos secretos, y no solo cuando está bravío puede volverse peligroso. Ahora veréis por qué.

Unos días antes de la noche de San Juan, los océanos de todo el mundo se llenan de peces muertos. El fenómeno llama la atención de las agencias medioambientales, que no encuentran explicación alguna. A bordo del barco Vizconde de Eza, un grupo de biólogos y geólogos parten hacia el Mediterráneo parra realizar un informe, pero acaban asistiendo, con infinito horror, a una de las experiencias más increíbles de toda su vida.

Al mismo tiempo, los fondos marinos explotan: una cadena de seísmos submarinos asola los mares con fatales consecuencias en las costas. Esto, sin embargo, es sólo el principio de una serie de acontecimientos que pondrá a la Humanidad en jaque a medida que ésta se enfrente a un inesperado adversario: el planeta Tierra.


El comienzo de la novela creo que no puede ser mejor. Partiendo de una premisa como esta, podríamos pensar que la novela comenzaría con un ritmo desenfrenado y poniéndonos en acción. Pero no. Carlos Sisí ha evolucionado muchísimo su escritura tras escribir su trilogía de Los Caminantes, y ha aprendido muy bien en qué momento de la trama la velocidad debe subir o bajar. Aquí, da buena muestra de ello, avanzando por el comienzo de una manera sosegada y tranquila, poniendo énfasis en las cosas importantes y sin recorrer el camino de manera apresurada.

En el Capítulo de inicio, narra el primer indicio del fenómeno que va a poner los ojos de todos los habitantes del planeta fijamente en el mar. Además, aprovecha para presentar a uno de los personajes de la trama, que aunque al principio parece importante por lo bien que acaba siendo radiografiado, cuando llegamos al final, no es mas que una pequeña parte del enorme engranaje en el que acaba convirtiéndose La hora del mar.

La verdad es que la obra en sí es muy compleja en su concepción, mucho más en su creación, para poder unir todos esos rodamientos que Sisí va poniendo frente a nosotros de manera casi aleatoria (a nuestros ojos) pero que luego van encajando uno a uno de manera perfecta para acabar moviendo todo el mecanismo de una manera
unánime y homogénea. Escenarios tan diferentes como Málaga, Madrid, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia... hacen que la novela gane mucho con el paso de los capítulos, ya que no se ancla en ninguno de los lugares expuestos, y vamos satando de uno a otro, agilizando así nuestra lectura.

Pero ¿Es tan importante el Mar en la historia? Sí, lo es y mucho. Mientras vamos devorando páginas y más páginas de la novela, vamos desentrañando los diferentes secretos que se esconden en la misma. Para ello, Carlos nos va exponiendo diferentes subtramas que se van entrelazando entre sí, y que la mayoría de ellas harían las delicias de los más acérrimos seguidores de las teorías conspiranóicas aparecidas en los programas y revistas mas sensacionalistas. Desde conspiraciones gubernamentales, avistamientos de Ovnis, comportamientos anómalos de la Naturaleza... Y muchas más cosas que prefiero no comentar para así no destripar la historia. La cantidad de tiempo empleado en la documentalización para su escritura ha debido ser bastante amplia, centrándose bastante en todo lo concerniente a los ejércitos de los paises involucrados.

El despliegue de medios bélicos que nos muestra la novela es bastante amplio, desde unidades motorizadas, aviones de combate, helicópteros, tanques, etc... pasando por unidades de infantería, marines, armamento de campo y cadena de mando del ejército, conociendo las más altas esferas del Gobierno español, haciendo alguna parada en el búnker del Palacio de la Moncloa en Madrid.

[SPOILERS]Y ahora paso a hablar de lo que mas me ha gustado de la novela: Los bichos. Sí, porque ¿Qué es Alien, el octavo pasajero sin su xenoformo? ¿Y Parque Jurásico sin sus velocirraptores? Evidentemente nada. Pues La hora del mar sin esos cangrejos gigantes fusionados con escarabajos peloteros, capaces de dejar achicharrado con una descarga eléctrica a cualquiera que se le ponga por medio, tampoco sería nada. Bueno sí, porque la novela brilla por su perfecta factura, pero los soldados de los ejércitos de La Tierra son de lo más originales. Huyen de cualquier imagen feroz e inteligente capaz de hacer sendas emboscadas a los humanos, o de urdir maquiavélicos planes llenos de malignidad y estrategia. Y huyen de ese estereotipo porque su concepción es precisamente esa. La de una mente colmena. En este punto, me recordó mucho a la novela de Michael Crichton, Presa, que trata tambien sobre algo parecido, pero con unos organismos artificiales que piensan de manera similar, y que precisamente reseñamos hace unos meses en el Blog. Unos animales capaces de acabar con cualquier creación humana siguiendo simplemente su instinto de supervivencia. Acompañados por unos seres a cada cual mas increible, la imaginación del autor para su concepción, no debe ser por menos que calificada de original. Para muestra un botón:

[SPOILERS]
"Su superficie se estremeció, aparecieron bultos que crecían y luego se desinflaban, y por fin, la parte delantera se abrió como una aberrante y descomunal vagina, dejando escapar una tromba de agua negra que se esparció por el asfalto."


Y ahora pasemos a los personajes. Ciertamente esta debería ser la parte que más adulara de la novela, pero por desgracia no es así. No es así porque para mi, ha primado mas la concepción de la trama y el perfecto engranaje de todos los factores que se dan cabida en ella, que la profundidad de los personajes. Con esto no quiero decir que los mismos sean planos, o que no tengan ninguna profundidad, porque no es así. Pero si es verdad que para ser una novela tan coral, no sobresalen sus
actores más que la trama, sino que están a su altura. Hay ciertas excepciones como Thadeus el biólogo, Rebecca la... bueno, Rebecca, y para mí el mejor de todos o al menos el que más me atraía, Pichou el analista francés. Aunque el enigmático Merardo o el calculador Koldo no se quedan a la zaga. Como véis, nombro bastantes de ellos, y eso es porque despues de todo están muy bien plasmados en la trama, a pesar de que no eviolucionen la mayoría en demasía. Pero creedme si os digo, que el único punto negro de la novela (dejémoslo en gris, y un punto casi minúsculo) pasa prácticamente desapercibido.

Al final, tras toda la novela, ésta te deja un ligero sabor amargo, porque el mismo es quizá demasiado precipitado, escaso en sus explicaciones de por qué ha ocurrido todo, pero claro, esa es la impresión subjetiva del que escribe, que o bien se ha podido deber a que yo no me he enterado bien porque soy así de cortito (que seguramente se trate de eso) o que simplemente el autor no ha visto necesario el profundizar mas en ello, sobre todo en el origen del ejército de cangrejos. Eso sí, las últimas quince páginas son para mi lo mejor, evocando el final de la novela de Esfera con esa conversación en su interior en el que... bueno, debéis leerlo y experimentarlo por vosotros mismos.

Por ello, para mi, una lectura algo densa aunque necesaria para poder entender todo lo que va ocurriendo en cada lugar del globo, pero absolutamente recomendable para aquellos lectores que disfruten de la novelas de ciencia ficción clásicas tipo Michael Crichton o Steve Alten. Además de una enorme crítica al daño que le estamos ocasionando al planeta y al que, quien sabe, pronto se le puede acabar la paciencia con nosotros, es un perfecto ejemplo de que en España hay verdaderos escritores de primer nivel, que no tienen nada que envidiar a los de fuera de nuestras fronteras. Desde aquí, este madrileño se ha ganado mi profundo respeto y a partir de ahora intentaré seguir su carrera literaria lo mas cerca posible.

domingo, 27 de enero de 2013

Dime quien soy. Julia Navarro

De la autora de "La hermandad de la sábana Santa" y " La biblia de barro", nos llega esta impresionante obra que, con las señas de identidad propias de la escritora, nos sumerge en una historia que te atrapa desde el primer renglón.

A Guillermo Albi le encarga su tía, cabeza de familia de todo el clan, la investigación sobre la vida de su abuela, bisabuela de Guillermo, que es un tema tabú en la familia pues, según les han contado, se fugo con un marinero abandonando a su marido y a su hijo.

Comenzará de este modo una trepidante aventura a lo largo de todo el siglo XX persiguiendo la pista de Amelia Garayoa, hablando con gentes de todo orden social, credo y/o pais. Conoceremos los entresijos de la guerra civil española, las miserias de la segunda guerra mundial y las intrigas políticas de la guerra fría. Conoceremos a gente buena y a personas horribles, dolor, agonía, tristeza....conseguiremos estremecernos de miedo o espanto, alegrarnos sin medida o sospechar de todos y todo ello de la mano de un Guillermo Albi que cada paso que da en la búsqueda de su bisabuela la comprende mejor y la quiere un poco más.

Genial, espectacular, con un ritmo sin tregua y viajando de un país a otro. las poco más de mil páginas se nos hacen cortas por la voracidad con la que se leen. Ni que decir tiene que es recomendadísima su lectura para descubrir por el horror que todo tipo de personas hubieron de vivir durante las guerras, tanto mundiales como civiles, en Europa, España y/o el mundo.

jueves, 24 de enero de 2013

Degeneración. David Pardo

No sé si os habréis dado cuenta, pero últimamente han habido dos boom bastante significativos en nuestro territorio patrio. El primero, bastante conocido por todos, es el de la novela Z o temática Zombie, de la que España es un muy buen exponente con escritores como Víctor Blázquez y su El cuarto Jinete, Carlos Sisí con su aclamada saga de Los Caminantes, Manuel Loureiro y su originalísima Apocalipsis Z, Alfonso Zamora con su recién estrenada De Madrid al Zielo o J.E. Álamo y su Tom Z. Stone. El segundo Boom, y para mi mas importante, pero sobre todo, que tiene que ver, y mucho, con el primero, es la cantidad ingente de escritores noveles de calidad que pululan por las redes sociales y que acaban convirtiéndose en verdaderos maestros en este arte de las letras. Y David Pardo, autor del relato de esta entrada, pertenece a los dos grupos. Su escrito es de género Z y su calidad, como veréis a continuación es más que enorme.

Degeneración cuenta la historia de un pueblo de Valencia al que, por avatares del destino, la nueva plaga que está asolando el planeta llega a sus calles. Al principio, la gente se lo toma como algo irrisorio, sin importancia, pero a medida que van pasando los días, se va convirtiendo en algo muy real, hasta que estalla de lleno en el pueblo, y obliga a sus habitantes a prepararse para hacerle frente. Nuestro protagonista toma la decisión de hacinarse en su casa junto a su mujer y su hijo, y plantar cara a cualqiera que se atreva a acercarse por allí. Pero la plaga es solamente la punta del iceberg.

Escribir esta reseña sin meter Spoilers va a ser una tarea ardua, pero lo intentaré para no desvelar nada de la trama. Partiendo de su sinopsis, la primera impresión que tenemos es que no es para nada original, sobre todo por culpa de un mercado editorial en el que los podridos, zombies, caminantes o como los queráis llamar, son una plaga igual de extendida que la que forman ellos mismos en la ficción. Y de hecho, estamos en lo cierto, Degeneración no cuenta nada nuevo. Además, con su reducido tamaño (escasas cincuenta páginas, que, como lo tengo en Kindle no puedo contar con exactitud) tampoco augura mucha profundidad en la historia para evolucionar trama, plaga o personajes. Pues bien, ahí radica el primer y el más grave error. La historia es de altísima calidad, y es una montaña rusa desde su principio a fin.

¿Y por qué puedo asegurar esto con tanta rotundidad? Pues bien, vayamos a ello. La historia está dividida en tres partes claramente diferenciables. La primera, cuenta los acontecimientos derivados de la plaga y cómo su protagonista se las ingenia para hacerle frente y las motivaciones que le llevan a tomar la decisión de parapetarse en su hacienda. Aquí le veremos tomar su primer contacto con los zombies y así el autor se asegura que no se nos olvide cual es el trasfondo del argumento. Esta primera parte no tiene mucho que ofrecernos, ya que su objetivo es el de mera presentación.

Pero cuando comienza la segunda parte, todo cambia por completo. Un suceso hará que sus protagonistas se enfrenten a aquello que todo apocalipsis, crisis o pandemonium trae consigo. Porque al igual que en los zombies de Kirkman con The Walking Dead, éstos pasan a un segundo plano, y nos movemos entre ellos como el que se mueve entre las ruinas de Barcelona en Soldados de Salamina de Javier Cercás, o entre los andrillos de ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas? de Phillip K. Dick; simplemente forman parte del decorado. La Degeneración que sufre el ser humano cuando se enfrenta a catástrofes
de estas características o sucesos que le ponen en el límite de la humanidad, es lo que este tramo trata de mostrar y lo consigue de una manera soberbia. Su protagonista lucha por unos ideales, por una integridad, por defender algo que es suyo, pero cuando se enfrenta al horror, la delgada línea que separa la cordura de la demencia, se vuelve extremadamente difusa, y David lo muestra con una maestría apabullante.

Pero lo mejor llega en la tercera y última parte. Cuando los efectos colaterales de la segunda parte aun no se han diluido de nuestro paladar, otro suceso aparentemente aislado, despierta en su protagonista su nuevo yo, más maduro, y más consciente de en lo que se ha convertido. Este tramo si que corre como la pólvora de una mecha, esperando la traca final que, aunque no te deja boquiabierto con las explosiones, si te deja el regusto de haber presenciado una de las mejores mascletás en forma de relato que nunca hayas visto. En definitiva, un cierre de relato muy ajustado a lo que se espera de ella tras esa escasa hora de lectura que te regala.

Es increible lo que el autor es capaz de contar en un relato tan corto. Los sentimientos que despliega, lo cercano de sus personajes y lo cerrado de sus escenarios, convierte su lectura en algo asfixiante que devoras de una manera contradictoria, ya que por una parte estás disfrutando de ese sufrimiento del protagonista, y por otra, sufres por el disfrute del mismo. Una sensación difícil de expresar, por lo que os conmino a leerla.

En el apartado negativo, pues la verdad es que para mi es algo difícil sacarlo. Ciertas actuaciones de su protagonista al comienzo de la novela, y esa sangre fría al acabar con algún podrido, o avituallarse de armas en una armería pero no llenar el todoterreno de comida, son cosas que aunque una vez releido el relato te rechinan un poco, pero que tampoco tienen mucha importancia.

Un viaje a los infiernos, y una mutación en la integridad del ser humano. Eso es lo que muestra Degeneración, posiblemente el mejor relato de zombies que he leido hasta el momento.

Y por cierto, una mención al apartado gráfico de su portada, a manos de Juan Antonio Abad, Juapi. Un chaval de Parla que está comenzando a hacer sus pinitos en esto de las portadas y que ya ha participado en varias
ilustraciones para antologías de relatos y otros trabajos junto a otros autores y que pronto sacará a la luz su nuevo trabajo, El legado de Christie, novela ilustrada a cargo de David Rozas y David Ruiz del Portal a los lápices, y el susodicho al dibujo.

domingo, 13 de enero de 2013

El atlas de las nubes. David Mitchell.

Sorprendente e inesperada ha sido mi lectura de este obra, encontrada por casualidad en una sección de una revista de libros y de la que me he enterado que ya esta previsto el estrenode la película para este año 2013, que me ha dejado con ganas de más.

Seis relatos que aparentemente no tienen nada que ver, con seis persoajes totalmente distintos y en seis épocas de la vida absolutamente lejanas unas de otras, componen esta narración que nos transporta por la naturaleza de la vida y la crueldad de las criaturas que habitan la tierra.

El diario de un notario de finales del siglo XIX es encontrado por un compositor que, empobrecido y medio fugitivo, es acogido bajo la tutela de un famoso, rico y enfermo músico para que le ayude en sus creaciones. Este creará unas magnícas partituras que años más tarde encontrará una periodista en busca de la verdad sobre el fraude y peligro de la energía nuclear y su vida será contada en un libro que llegará, mucho tiempo después, a manos de un productor de cine que, acosado por las deudas y perseguido por matones, se verá inmerso en una serie de desventuras que, siglos más tarde, serán el afán y el deseo de una mujer tan sumamente interesante que poco tiempo después y, en un mundo ya apocalíptico, será una diosa para un grupo de supervivientes.

Encadenando un relato tras otro, desde el primero al último y desde el último al primero, nos veremos atrapados en un montón de situaciones tan dispares como similares. Los peligros que acechan a los protagonistas, lo que parece ser y que luego no es. Muerte, destrucción, lucha por la verdad y la libertad. La ley del más fuerte que aplasta a los más débiles...en fin, una lectural genial y, eso espero, una película excelente con Tom Hanks y Halle Berry como protagonistas y los hermanos Wachowski como directores.

No dejeis de leer este libro pues es una recomendadísima lectura muy amena, de ritmo ágil y dinámico, con las pausas justas y los suspenses en los momentos ideales. Leerla sin más.

lunes, 7 de enero de 2013

Y pese a todo... Juan de Dios Garduño

Feliz año a todos y de nuevo bienvenidos a este blog. Hoy me pongo a comentar una novela que desde un principio me atrajo pero, por unas cosas u otras ni leí en su momento, ni busqué referencias de la misma. Simplemente me dejé llevar por el temporal. Como ya comenté anteriormente en algún que otro reseñado, la literatura zombie no me atrae mucho. Reconozco que tiene sus cosas, ya que pone al límite al ser humano ante una amenaza más bien inmortal y le hace llegar a situaciones extremas difícilmente alcanzables en otros géneros. Pues bien, lo que me habían vendido como una novela zombie, no lo es tal. Quedaros con este dato porque es muy importante. No es una novela de zombies, y punto.

Vayamos con la sinopsis, que si no, me enrollo.

Bangor, en el estado de Maine es un pueblecito pequeño de Estados Unidos, insignificante en comparación con otras grandes urbes del pais americano. Obama, su presidente, ha recibido informes que confirman que Irán va a atacar territorio estatal, por lo que éste, declara la guerra al país asiático. Es cuando entran en escena China y Rusia, que deciden formar parte en el enfrentamoento aliándose con Irán, algo que Israel y Gran Bretaña no pueden dejar pasar, aliándose a su vez con Obama. Comienza así una encarnizada guerra que, pese a la insignificancia de aquel pequeño pueblecillo, azota tambien sus cimientos.

La Tercera guerra mundial ha comenzado, y como requieren los nuevos cánones, ambos bandos entienden que los costes de las armas nucleares son demasiado elevados, por lo que toman la equivocada decisión de utilizar armas químicas, algo inédito en la historia bélica del planeta, y letal para la misma, ya que en poco tiempo erradican casi en su totalidad la mayor parte de la civilización.

Es aquí cuando entran en juego nuestros protagonistas, Peter, Patrick y Ketty, hija del primero, y que son los únicos supervivientes del pequeño pueblecillo llamado Bangor. Rodeados de frío y de nieve y la constante amenaza de saqueos y otros peligros, tendrán que resistirse al peor de los enfrentamientos, ellos mismos, ya que se odian a muerte desde hace unos años. Pero en su guión privado tendrán que elegir entre su mutua animadversión o su supervivencia cuando unos nuevos visitantes aparezcan en el pueblo.

Como he comentado antes, la novela me la presentaron como un relato de zombies. No es que me desagraden, pero creo que, a pesar de el tremendo auge que está teniendo en estos últimos tiempos el género Z, se está comenzando resentir de tanta publicidad y bombardeo mediático que está sufriendo, ya sea por la ingente cantidad de títulos que se editan año tras año, o por la famosa serie basada en su cómic homónimo, Los muertos vivientes. Y no es porque estos ejemplos de "zombificación" sean de baja calidad, ni mucho menos. Títulos como Guerra
Mundial Z de Max Brooks, Apocalipsis Z de Manuel Loureiro o Los Caminantes de Carlos Sisi son los culpables de elevar el género Z a la categoría especial de subgénero de terror de moda con suficientes argumentos propios como para tenerlos en cuenta, tanto a los títulos como a los autores.

Pero volviendo a lo que nos interesa, Y pese a todo... no es una novela de zombies a pesar de estar incluida en la serie Z de la Editorial Dolmen. Es algo que aun no logro entender y que intentaré desentrañar si alguna vez tengo la oportunidad de hablar con su autor. Como me pasó con la novela de El evangelio del mal, hace ya mucho tiempo leida, lo que me atrajo de esta historia no fue su trama, ni su ambientacion, ni lo diferente de su título. No, lo que me atrajo fue su potentísima ilustración de portada, con ese entorno helado y ese ser grotesco en primer plano, obra de Alejandro Colucci. Sí amigos, porque si hay una cosa que a veces una buena portada puede conseguir sin contar para nada con su sinopsis es eso, atraparte desde el principio y obligarte a coger el libro entre tus manos cada vez que te acercas a una librería y localizas dicha imagen entre las miles que te rodean. Pero por avatares del destino siempre dejé atrás su elección y me introduje en otros mundos bastante alejados de este que Garduño me ofrecía. Hasta que me decidí a leerlo.

He de decir que su trama me atrapó en tan solo quince páginas. Fue una declaración de amor a primera vista. Su prosa, y siento decir esto, me recordaba al maesro Stephen King de una manera soberbia. Además, a modo de homenaje, toda la ambientación de la historia estaba centrada en este pequeño pueblecito llamado Bangor, precisamente el lugar de nacimiento del maestro. Pequeñas descripciones del pueblo, de sus habitantes y la obligatoria introducción de cómo Estados Unidos e Irán entraron en guerra, fueron las que empezaron a tejer sus redes entre mis manos intentando conseguir que no dejase la lectura. Y lo consiguieron.

En cuanto comencé a leer, mis ojos no podían despegarsede sus letras. Una a una formaban palabras que unidas entre sí, creaban unas frases que mi cerebro no era capaz de dejar de leer. Porque sí amigos, si Garduño hace algo bien, es mantenerte atrapado entre sus letras.
La trama, a pesar de no ser original, porque seamos sinceros (¿Cuantas novelas de este mismo corte existen en el mercado?)va avanzando con un ritmo pausado pero enérgico, y mostrando a cada capítulo las facetas y personalidades de nuestros protagonistas. No se anda por las ramas y va directo al grano en cada una de sus páginas para que el lector no se aburra con las interminables redacciones que otros autores utlizan para explicar sus argumentos.

Es así como conocemos a sus tres protagonistas, Patrick, Peter y su hija Ketty. El trío principal es el que acapara todas las acciones del argumento y, aunque pudiese ser un hándicap desde el principio, no lo es en aboluto, ya que Juande es capaz de retratar a cada uno de ellos con una perfección milimétrica casi obscena, como si éstos existieran de verdad y los conociese de antemano. Todos ellos están llenos de matices que resaltan mas si cabe la calidad de la novela, y son los que sostienen con entereza la trama, dotand a ésta de una verosimilitud pocas veces vista por un servidor.

Llegados a este punto he de puntualizar una cosa. Si en algo se asemeja Garduño al maestro King, es en la capacidad de hacernos caer en la falsa idea de que los verdaderos protagonistas de sus historias son esos argumentos fantásticos y terroríficos que suelen nadar por entre sus páginas, manteniendo al lector en vilo durante buena parte de su trama. NO, en eso se nota que Garduño ha leido mucho a King. El frío, el hielo y la amenaza externa no son mas que meros acompañantes de la verdadera protagonista de la novela, que no es otra que la enorme inquina que se tienen ambos antagonistas. Todo en la trama es secundario, hasta los propios personajes, que se ven eclipsados por una perfecta disertación sobre el odio humano y los límites de este en algunos individuos. Hasta qué punto los actos del pasado pueden hacer que un hombre pierda la cabeza y olvide su verdadera condicón. Esto es lo que, a mis ojos, hace sublime esta novela.

A partir de aquí, no nos queda mas remedio que hablar de los invitados especiales de la trama, sus seres sobrenaturales. Podrían haber sido zombies, pero no son tal, cosa que agradezco, y mucho. Yo los denominaría mas bien como mutantes, ya que las descripciones que nos ofrece Garduño de ellos están bastante alejadas de los torpes y lentos tontorrones sin cerebro que plagan las novelas de dicho género. Para mi, Mutantes sería la mejor definición para estos seres extraños, voraces e inteligentes que no dudan en acabar con las vidas humanas para saciar su propia hambruna. Y no entraré más en detalles, ya que no quiero plagar de Spoilers esta humilde reseña.

Además de esto, la novela está plagada de referencias a otros autores conocidos del género de Terror, como Poe, Lovecraft, Matheson y el citado King. Garduño ha bebido de los grandes, ha utilizado lo mejor de cada uno y lo ha volcado en sus letras para enamorar al lector con una historia que, lejos de dejar de ser terrorífica, está llena de dulzura, odio, sentimientos, redención y perdón, reflejo de las almas atormentadas que son sus tres protagonistas principales.

Si he de mencionar algo negativo sobre la novela, es su final. No me malinterpretéis. No es que tenga un final malo ni mucho menos, sino que el autor de Y pese a todo... como comenté en la reseña de Robopocalipsis, lo deja demasiado abierto para mi gusto, dejando en el lector un regusto lo suficientemente agradable como para llegar a añorar una continuación, y eso es algo de lo
que últimamente se abusa en exceso. El escaso número de páginas está absolutamente justificado para la historia que cuenta, no necesita mas ni menos. Pero un final algo más firme habría sido mas beneficioso para la novela... o mejor dicho para mi paladar, ya que es algo absolutamente personal y subjetivo.

Novela enorme, que eleva a Juan de Dios Garduño a los altares de la literatura española y que yo, desde aquí, recomiendo humildemente a todos los que se atrevan a leer mis reseñas. Destacar que de manos del director de cine Miguel Ángel Vivas, la adaptación de la historia será llevada a la gran pantalla, en principio, para finales de este nuevo año 2013 y con el título de Welcome to Harmony. No hay mejor broche final para esta excelente novela.

martes, 1 de enero de 2013

Robopocalipsis. Deniel H. Wilson

De nuevo estamos aquí con una reseña dedicada a la ciencia ficción. No lo hago a posta, pero esta vez me ha dado por este género. La obra que intentaremos comentar comenzó a llamar a mi puerta cuando algo mas de un año atrás recibí la noticia de que el mismísimo Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg había comprado sus derechos para llevarla a la gran pantalla. Sólo el hecho de que él se embarcara en el proyecto ya hizo que mis ojos se abriesen como platos, pero viendo el sugerente título, obvio como una cama de clavos, me decidí a ir a por él. Comencemos con su reseña, pero primero una breve sinopsis.

En un futuro no muy lejano, en un laboratorio ultrasecreto y subterráneo, un científico está trabajando con Archos, la máquina mas avanzada que el mundo ha visto nunca. Tras muchas pruebas, su creador es consciente de que su nueva creación aun no está preparada para darse conocer, por lo que decide desconectarla. Lo que no sabe es que Archos ha tomado una decisión bien distinta y en la ecuación recientemente ideada, el hombre no tiene cabida y mucho menos su propia desconexión. Comienza así su vendetta contra el hombre, culpable de todos los males del mundo según su recién adquirida inteligencia superior y una carrera contrarreloj en la que encontrar la ubicación del cerebro artificial será una prioridad para sus enemigos.

El comienzo de la novela es algo curioso, ya que empìeza en un escenario blanco y helado con una tropa de humanos defendiéndose de las embestidas de un pequeño grupo de máquinas bastante avanzado. En ese extracto
de narración en primera persona, ya se sientan las bases de lo que va a acontecer en los sucesivos capítulos y el por qué de la narración que nos vamos a encontrar. Y esto es así porque el comienzo de la novela es el final, y lo que nos irán contando será una prueba de vida, por si todo sale mal, para que si alguien encuentra en un futuro esos archivos, pueda utilizarlos en contra de Archos como una información única.

Es entonces cuando el tipo de narración cambia, y éste depende de cada uno de los capítulos. Unos estarán contados a través de los ojos de sus protagonistas, otros a modo de diario personal, los menos como pequeños interrogatorios policiales o a través de los ojos de alguna de las máquinas recién creadas. Sólo la manera en que el autor encuentra el modo de contar la historia, ya convierte esta novela en algo de lo más original. Sí, es verdad que Guerra Mundial Z de Max Brooks hace algo parecido, pero ciertamente hay algo diferente en la que nos traemos entre manos. Y esto es así porque mientras la novela de zombies cuenta con muchísmas historias todas ellas separadas entre sí con el denomiador común que es la explosión vírica, Daniel interconecta todos sus relatos, llevándolos a un mismo lugar para que todo encaje perfectamente como si de un gran reloj se tratase.

Los personajes que se dan cita en esta obra están bien retratados y evolucionan a lo largo de la misma, algo que siempre es de agradecer. No son los protagonistas de Cien años de soledad o los de Los pilares de la tierra, pero para una novela de estas características son lo bastante moldeables como para que la trama no sea excesivamente predecible. Tenemos soldados, hackers, infantes, ingenieros, carteros y hasta nuevos androides de última generación que tambien dan su propia versión de los hechos.

A destacar los enemigos a los que se enfrenta el ser humano, ya que el propio Daniel es licenciado en robótica y nos describe unos diseños androides bastante alejados de lo que podría ser lo normal para una trama como esta. El enemigo no solo se encuentra bajo una capa de metal con forma humanoide. No, tambien está detrás de cámaras, portátiles, microondas o vehículos de última generación. Toda la tecnología nacida de la mano del hombre está dispuesta a mordérsela sin niguna contemplación con sus mandíbulas de acero, y quizá, eso sea lo más terrorífico de todo, cómo de fácil sería un apocalipsis de estas características debido a la dependencia que tiene nuestra sociedad a la tecnología.

Y terminando con la historia en sí, he de decir que es bastante atrapante. Desde un primer momento la narración se hace algo lenta, pasajera, con el objetivo de que vayamos entendiendo cuáles son las motivaciones de ambos ejércitos en esta batalla encarnizada. Pero a medida que vamos avanzando, la trama se va acelerando junto con la narración, haciendo varios altos en la misma para que no se nos llenen los ojos de insectos debido a la velocidad del viaje.

Para ser su primera novela, el autor muestra buenas maneras de creación y sabe utilizar los mejores recursos para cada momento de la narración. El final, algo común si estás habituado a este género, no deja mal sabor de boca aunque sí cierto regusto amargo, como un excelente atracón en un restaurante caro, pero con un pésimo café. Se le podría haber sacado mas partido al mismo, pero sospecho que la propia editorial o él mismo, decidieron dejarlo así, para cubrirse las espaldas en vista de una posible continuación.

Aun así, me ha entretenido su lectura y aunque no pasará a formar parte de los hitos de la ciencia ficción, al menos ha amenizado mis viajes de ida y vuelta al trabajo y en ningún momento me ha aburrido su lectura. Si encontráis alguna otra recomendación, pero con una muy alta puntuación, lanzaros a por ella, sino, no desaprovechéis la oportunidad de leeros esta obra, ya que no os defraudará.