miércoles, 15 de enero de 2014

Viaje al centro de la tierra. Julio Verne.


   En esta ocasión vamos a comentar un clásico de la aventura y la ciencia-ficción de la mano de uno de los más grandes autores del siglo XIX, Julio Verne. El escritor francés (1828-1905), es creador de multitud de obras que aún hoy se siguen traduciendo a un sinfin de idiomas. Fue un visionario tan imaginativo que cuando la técnica actual consigue asombrar al mundo con algún descubrimiento nuevo, es fácil oir: "Eso ya lo predijo Julio Verne".

   En esta obra seguimos la historia a través de la narración del sobrino del profesor Otto Lidenbrack, doctor en mineralogía y geologia , que se ve arrastrado a una desenfrenada locura que los lleva, tras descubrir un mensaje oculto de Arne Saknussemm, célebre alquinista islandés del siglo XVI, a sumergirse en las profundidades de la tierra entrando por un volcán en Islandia, a recorrer las cavernas subterráneas durante meses, a vivir una experiencia increible junto a un guía de la zona y todo por querer llegar al centro de la tierra siguiendo los pasos del alquimista.
   Teniendo en cuenta la época de su creación, este relato es una magnífica prueba de que la imaginacion todo lo puede. Esta es una lectura para relajar los "chacras", o como se llamen, que te transportará a otra época donde los límites aún no se habían fijado y te llenará dos ratos de aventura pura y dura.
   En cuanto pueda me leo otro .

CIRCO MÁXIMO, la ira de Trajano. Santiago Posteguillo.


   Del creador de la trilogía "Las legiones malditas", basada en las vidas, gobiernos y guerras entre Publio Cornelio Escipión y Anibal Barca, nos llega la esperadísima y ansiada segunda parte de la triología de Trajano que comenzó con "Los asesinos del emperador" .
   En este nuevo volúmen nos encontramos con un Marco Ulpio Trajano, ya emperador, al mando del más impresionante ejército y gobernando un imperio en el que todavía quedan vestigios del demencial Domiciano, anterior Pontifex, y del que quiere borrar cualquier rastro.
   A través de los ojos de vestales, sacerdotisas de la llama sagrada que permanece encendida desde los tiempos del primer emperador, de aurigas que se juegan la vida en las carreras de cuadrigas, de gladiadores eternos, abogados fieles, soldados firmes, conspiradores en la sombra y enemigos crueles y desalmados, vamos conociendo como este antiguo general Hispano llegó a ser uno de los más grandes soberanos de la antigua Roma.
   Astucia, ingenio, tesón y verdad, fueron los pilares en los que basó su vida, regida tambien por el honor y la palabra dada a su padre en su lecho de muerte. Rodeado de grandes amigos, es perseguido por la oscura ambición de los que desean su caida y, como en todas las batallas, consigue eludir los peligros con grandes dosis de sensatez y justicia, llegando a desatar su ira cuando ya no hay otra vía más diplomática.
   Como en todas sus predecesoras, el autor, consigue un ritmo interesante, dinámico y ágil usando como herramienta capítulos cortos, de entre tres y veinte páginas, y alternando entre los numerosos personajes de la obra para lograr que las poco más de mil hojas del volúmen se hagan relativamente cortas.
   Mezclando realidad histórica, con datos y situaciones de lugares tan reales que algunos han llegado hasta nuestros días, la novela es una delicia que se te escapa de las manos si eres amante de la historia y seguidor de la antigua Roma.
   Digna sucesora de "Los asesinos del emperador", "Circo máximo, la ira de Trajano", es una novela con tintes de ser grande. Recomendada a todas luces.

sábado, 11 de enero de 2014

El autor de este libro es un zombi. Javier Martínez




Hoy nos vamos a salir de la norma establecida en este blog y nos adentraremos en las letras y páginas de una novela destinada al público juvenil. De la mano de Everest nos llega esta historia llamada El autor de este libro es un zombie, y firmada según la portada del mismo por los Hermanos Abad, a todas luces un pseudónimo ya que, al asomarnos a la contraportada del ejemplar, descubriremos que su autor se llama en realidad Javier Martínez.

Mi historia con este libro es simple. Coincidí con el escritor en una charla sobre literatura de terror en un evento al que ambos habíamos sido invitados junto a otros compañeros. Tras charlar un rato, me ofreció su novela para reseñarla al saber que mi tiempo libre lo ocupaba con dichos menesteres. Acepté el reto y seis meses después este es el resultado. Nos pondremos con la sinopsis y tras eso, comenzaremos con los detalles.

Sinopsis: En un pueblecito costero, dos hermanos se acercan al pequeño bazar que regenta Dionisio. El recado que les ha encargado su madre es que repare un pequeño desperfecto en un cuadro que tenían colgado en casa. Tras dejarlo allí, vuelven al cabo de un tiempo y el tendero les devuelve la ilustración con un curioso garabato como remiendo. Los chicos al pedir explicaciones, reciben la noticia de que un nuevo ayudante se ha encargado del arreglo. Además, el tendero les enseña unos extraños cuadros salidos de la mano de dicho ayudante, que abre la curiosidad de los Hermanos Abad y les llevará desde ese momento a un espectacular trabajo de investigación y pesquisas alrededor de la figura del Señor Dostoievsky, el extravagante e histriónico ayudante de Dionisio.
 
Con esta original premisa, comienza esta historia que, sin lugar a dudas, es ante todo… singular. Los Hermanos Abad son los personajes principales y los encargados de mostrarnos todo lo que acontece a través de sus ojos y letras, ya que lo que nos vamos a encontrar entre las páginas de “El autor de este…” es una traslación escrita de una declaración oral: la que el Sr. Dostoievsky les explica a los chavales. 

Sin duda, la historia es onírica e infrecuente tanto en el modo de ser narrada, como en su argumento, ya que la manera de expresarse del ayudante de Dionisio fluctúa entre la lucidez y la fantasía, algo que nos queda claro desde el primer momento. A pesar de que todo el peso de la trama recae sobre los hombros de los dos hermanos, en cuanto la figura del desharrapado personaje hace aparición, roba todo protagonismo a los chavales y se apunta todo el mérito de lo entretenido de la masa argumental. Sus excentricidades, sus respuestas fuera de lógica y sus incoherentes y enigmáticas palabras, son las que llevan al lector a entrar en el juego del autor y en breves minutos se ve ahorcado por las páginas que no le dejan respirar ni un solo momento.

La inclusión en la historia de cierto elemento chamánico relacionado con la magia vudú haitiana, es un soplo de aire fresco si lo comparamos con la mayoría de lecturas que nos podemos encontrar en el género de terror juvenil. Cierto es que el verdadero gancho no es otro que la palabra “zombi” que aparece en su portada y que seguramente atrapará a más de un lector esperando las dosis típicas de sangre, vísceras y casquería relacionada con tan mítico referente del terror. Pero nada más lejos de la realidad. El autor se desprende de esa literatura, y nos cuenta una insólita aventura, más estrambótica si cabe al ser narrada por el Sr. Dostoievsky.

He de reconocer que, para ser una novela destinada a chavales de 12-14 años, tiene un lenguaje exquisito, sobrio, muy elaborado, y nada parecido a lo que nos tiene acostumbrado el género, generalmente dado a usar un idioma alegre, coloquial y gráfico, muy poco dado a lucirse por miedo al no entendimiento de sus lectores.
 
He de resaltar como nota negativa precisamente lo mismo que tanto me ha gustado, y es que tanto la trama como el lenguaje tan enrevesados y correctos que utiliza el autor pueden confundir y aburrir a los lectores menos avezados ya que su argumento te exige tener toda tu atención volcada en sus páginas debido al misterio que rodea a los Hermanos Abad.

En definitiva, un argumento con tramos muy confusos pero que, en cuanto traspasas la línea de la presentación de personajes, estás atrapado en la tela de araña que es su historia, y que no dejarás hasta que descubras lo que se esconde tras la imagen mística y andrajosa del Dr. Dostoievsky, su pilar principal.

lunes, 6 de enero de 2014

Ciudad Humana. Carlos J. Lluch




Hace muchísimo tiempo, debí asomarme por aquí para enfrentarme a la reseña que hoy he decidido aportar a nuestro humilde blog. De hecho, Chuppy, que ya la ha reseñado, lo hizo más tarde que un servidor, y sin embargo nos obsequió con su visión de la misma de la que, por cierto, salió muy satisfecho. 

La novela de la que os voy a hablar esta vez es Ciudad Humana, de Carlos J. Lluch. Un muchacho que desde que se atrevió a dar el paso y autopublicar su propia historia, está dando mucho que hablar en los círculos literarios por los que se mueve. Y leyéndolo como hicimos nosotros, entenderéis por qué. Pasemos primero por la sinopsis y tras eso, nos meteremos en harina. 

Sinopsis: Año 2040. Han pasado 25 años desde la aparición del primer brote zombi y casi 20 desde que el mundo quedó arrasado. En Cartagena, al sureste de España, han conseguido aislarse de los muertos vivientes y se ha instaurado una sociedad lo más parecida posible a la antigua civilización. Gonzalo Gutiérrez, hijo del hombre que hizo posible la supervivencia de la ciudad, se prepara para ser elegido oficialmente como presidente. Pero la paz no dura mucho. Asesinatos, atentados y el regreso de una de las peores lacras del mundo pretérito lo llevarán al límite, viéndose obligado a traspasar fronteras que jamás hubiera imaginado. ¿Estará dispuesto a sacrificarlo todo por la supervivencia de la ciudad?
 
He de reconocer que desde el primer momento, la novela me sorprendió. ¿Por qué? Porque en esa época, mis últimas lecturas habían sido todas del género Z (Tom Z. Stone, de Joe Álamo, El cuarto Jinete, de Víctor Blázquez, De Madrid al Zielo, de Alfonso Zamora) y pensaba que una nueva novela de dicha temática no me traería nada nuevo. Y me equivoqué de plano. La historia no solo guardaba una trama excepcional, sino que además, su contenido estaba mimado hasta el extremo, algo que agradecí de inmediato.
Si comenzamos con los personajes, es obligatorio hablar de los tres que encabezan el reparto del mismo: Gonzalo, Alejandro y Nacho; este último más conocido por “Sheriff King” debido a su atuendo diario, como un policía americano de los que vemos normalmente en las películas. Si habéis leído su sinopsis, el mundo ha sucumbido a un virus que ha exterminado la población y Cartagena es uno de los pocos reductos que quedan en pie y en los que se están acumulando los humanos para levantarse de sus cenizas y comenzar de cero. Tarea nada sencilla para el que está a punto de ser erigido como su presidente: Gonzalo.

Tanto el susodicho presidente, como sus dos compañeros de aventuras, están perfilados de una manera impecable y, como reza el título del libro que protagonizan, son verdaderamente humanos. Sus personalidades llenas de matices y de diferencias entre ellos, son las que nos brindan los mejores momentos de la narración, ya que sus puntos de vista harán que choquen en multitud de ocasiones a la hora de afrontar los diversos problemas que van apareciendo en el horizonte en una sociedad recién creada y que aún ha de asentarse y acostumbrarse a sus propias normas, esas que ellos mismos han creado.

A este elenco de principales, les acompañan otros secundarios que, sin ser de la relevancia de los primeros, sí que tienen su peso en medio de la trama y cargan parte de su pesos sobre sus hombros, sosteniendo más si cabe la relevancia de la misma. Entre ellos destaco a Alfy y a Charly, los Freak Brothers, que regentan una antigua tienda de cómics y son tratados en la historia como una especie de oráculo debido a su extenso conocimiento del mundo Freak y por tanto, de las historias ficticias de supervivencia entre zombies. Otro personaje que a mí me llamó mucho la atención, fue El Príncipe, un traficante que vive al margen de la ley y que tendrá su parte de importancia dentro de la novela. Tampoco me quiero olvidar de Sir Conroy, otro personaje de esos que te dejan huella y necesitas más de sus apariciones. Quizá llegados a este punto, debería admitir que lo malo que le puedo achacar a este grupo de personalidades es que no hayan sido más explotados en la novela, ya que sus líneas argumentales propias habrían dado para mucho más.

Añadir leyenda
Si tenemos que hablar de otro de los personajes principales, sin duda es Cartagena, o como se la conoce ahora: Ciudad Humana. Y la ciudad está muy bien elegida no sólo porque su autor sea de allí y la conozca a la perfección, sino que su emplazamiento natural al lado del Mar Mediterráneo y las siete colinas que la flanquean la hacen especial a la hora de defenderse de las hordas de no muertos, sin olvidar los muchos recursos naturales que tienen a su alcance. Durante la trama, Gonzalo cuenta que la ciudad fue defendida por sus propios habitantes, y la única que logró resistir ante la embestida del virus. Su padre, y verdadero fundador de la ciudad fue el que puso las bases de la misma, y la que consiguió levantarla de sus cimientos, y ahora Gonzalo es el que con su honestidad, su talante y su rapidez de reflejos la ha mantenido constante en el tiempo. Pero claro, los costes de una civilización se ven pronto reclamados por sus propios habitantes, muchos de ellos afincados desde los inicios, otros refugiados desde hace poco tiempo. Porque Ciudad Humana no solo está formada por antiguos habitantes, sino que además está abierta a todos aquellos que van llegando del exterior y que, por cosas del azar, suelen ser los que más quebraderos de cabeza les dan a sus líderes. 
 
Otro aspecto que me gusta de la trama es lo bien que su autor ha barajado os distintos aspectos que deberían ser importantes en una ciudad recién levantada de un apocalipsis de esta envergadura. En la historia podemos ver varios capítulos en los que se tratan los temas relacionados con la educación, la sanidad, la seguridad (encarnados por los Z-Men, el cuerpo especializado en estos menesteres)… y la política. Porque sí amigos, durante un pequeño tramos de la misma nos enfrentaremos a una pequeña subtrama de esta faceta que de hecho quedará muy bien desenvuelta.

A todo esto hay que sumar que, en medio de la reconstrucción de la ciudad y cuando todo parece que comienza a florecer, la aparición de una serie de asesinatos pondrá patas arriba a toda una ciudad, y sumará otro quebradero de cabeza a Gonzalo, que no parará hasta dar solución.

Y por último, no quiero cerrar la reseña sin hablar del tercer grupo de personajes importantes en este tipo de novelas: Los zombies. Porque aunque no son muy importantes en la misma, sí tienen su parte de relevancia durante varias fases de la historia. No son los verdaderos protagonistas, ya que están relegados a un segundo plano y realmente, y siendo justos con su estatus en la historia, son más parte de un atrezzo que otra cosa. Son los causantes de la destrucción del planeta, son culpables de la eliminación de más del noventa por ciento de la población humana, pero para resignación de los fans del género, no son los protagonistas principales. He de decir también que al igual que en The Walking Dead, cuando un humano muere, sea de la manera que sea, éste se levanta transformado en no-muerto, por lo que se convierte en una amenaza inmediata a la que hay que combatir de inmediato. Ni que decir tiene que todos los habitantes de este mundo han de vivir con la continua incertidumbre de la muerte de cualquier ser querido de manera natural o fortuita. Además, Carlos resuelve uno de los eternos debates que rodean a este tipo de novelas, el relacionado con la velocidad de los zombies. En este caso Carlos elige a los lentos como protagonistas de inicio de la novela, pero en un giro de argumento, éstos comenzarán a correr como verdaderos hijos de puta, con las consecuencias que esto acarreará. Para mí, uno de los golpes de efecto de mayor envergadura de la trama.


Pero no sólo de cosas positivas se nutren las reseñas, y menos los autores de las novelas reseñadas. Por tanto, es lo mínimo enumerarlas para que Carlos, si lo cree oportuno, pueda subsanarlos en sus siguientes entregas, ya que la historia acaba de comenzar y a partir de aquí le seguirán otras dos continuaciones para formar la trilogía. Uno de los mayores fallos que contiene es la caída de intensidad de algunos capítulos que se cierran entorno a las explicaciones de ciertos aspectos técnicos y explicativos que en algunas ocasiones al lector, le hará torcer la cara. Otro a destacar, y que es muy repetido en la autoedición, es la corrección. No es una novela cargada de errores ortotipográficos, pero sí es cierto que alguna errata se ha escapado. Aunque me consta que en las subsiguientes ediciones se han subsanado dichos fallos, ya que mi edición es de las primigenias y por tanto, no había pasado aún la criba de la crítica.  


Por tanto una novela llena de matices con personajes que gustarán mucho, otros a los que se les odiará por momentos, una trama muy bien hilada y un final apoteósico que te hará levantarte del sofá y aplaudir a su autor para agradecérselo. Como diría el propio Carlos: ¿Os gustó El cuarto Jinete? ¿Os gustó Los Caminates? ¿Os gustó De Madrid al Zielo? Pues en Ciudad Humana se cuenta lo que pasa cuando todos los personajes de estas historias ya han muerto…