Hace muchísimo tiempo, debí asomarme por aquí para
enfrentarme a la reseña que hoy he decidido aportar a nuestro humilde blog. De
hecho, Chuppy, que ya la ha reseñado, lo hizo más tarde que un servidor, y sin
embargo nos obsequió con su visión de la misma de la que, por cierto, salió muy
satisfecho.
La novela de la que os voy a hablar esta vez es Ciudad
Humana, de Carlos J. Lluch. Un muchacho que desde que se atrevió a dar el paso
y autopublicar su propia historia, está dando mucho que hablar en los círculos
literarios por los que se mueve. Y leyéndolo como hicimos nosotros, entenderéis
por qué. Pasemos primero por la sinopsis y tras eso, nos meteremos en harina.
Sinopsis: Año 2040. Han pasado 25 años desde la aparición del primer
brote zombi y casi 20 desde que el mundo quedó arrasado. En Cartagena, al
sureste de España, han conseguido aislarse de los muertos vivientes y se ha instaurado una sociedad lo más parecida
posible a la antigua civilización. Gonzalo Gutiérrez, hijo del hombre que hizo
posible la supervivencia de la ciudad, se prepara para ser elegido oficialmente
como presidente. Pero la paz no dura mucho. Asesinatos, atentados y el regreso
de una de las peores lacras del mundo pretérito lo llevarán al límite, viéndose
obligado a traspasar fronteras que jamás hubiera imaginado. ¿Estará dispuesto a
sacrificarlo todo por la supervivencia de la ciudad?
He de reconocer que desde el
primer momento, la novela me sorprendió. ¿Por qué? Porque en esa época, mis
últimas lecturas habían sido todas del género Z (Tom Z. Stone, de Joe Álamo, El
cuarto Jinete, de Víctor Blázquez, De Madrid al Zielo, de Alfonso Zamora) y
pensaba que una nueva novela de dicha temática no me traería nada nuevo. Y me
equivoqué de plano. La historia no solo guardaba una trama excepcional, sino
que además, su contenido estaba mimado hasta el extremo, algo que agradecí de
inmediato.

Tanto el susodicho presidente,
como sus dos compañeros de aventuras, están perfilados de una manera impecable
y, como reza el título del libro que protagonizan, son verdaderamente humanos.
Sus personalidades llenas de matices y de diferencias entre ellos, son las que
nos brindan los mejores momentos de la narración, ya que sus puntos de vista
harán que choquen en multitud de ocasiones a la hora de afrontar los diversos
problemas que van apareciendo en el horizonte en una sociedad recién creada y
que aún ha de asentarse y acostumbrarse a sus propias normas, esas que ellos
mismos han creado.
A este elenco de principales, les
acompañan otros secundarios que, sin ser de la relevancia de los primeros, sí
que tienen su peso en medio de la trama y cargan parte de su pesos sobre sus
hombros, sosteniendo más si cabe la relevancia de la misma. Entre ellos destaco
a Alfy y a Charly, los Freak Brothers, que regentan una antigua tienda de
cómics y son tratados en la historia como una especie de oráculo debido a su
extenso conocimiento del mundo Freak y por tanto, de las historias ficticias de
supervivencia entre zombies. Otro personaje que a mí me llamó mucho la
atención, fue El Príncipe, un traficante que vive al margen de la ley y que
tendrá su parte de importancia dentro de la novela. Tampoco me quiero olvidar
de Sir Conroy, otro personaje de esos que te dejan huella y necesitas más de
sus apariciones. Quizá llegados a este punto, debería admitir que lo malo que
le puedo achacar a este grupo de personalidades es que no hayan sido más
explotados en la novela, ya que sus líneas argumentales propias habrían dado
para mucho más.
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Si tenemos que hablar de otro de
los personajes principales, sin duda es Cartagena, o como se la conoce ahora:
Ciudad Humana. Y la ciudad está muy bien elegida no sólo porque su autor sea de
allí y la conozca a la perfección, sino que su emplazamiento natural al lado
del Mar Mediterráneo y las siete colinas que la flanquean la hacen especial a
la hora de defenderse de las hordas de no muertos, sin olvidar los muchos
recursos naturales que tienen a su alcance. Durante la trama, Gonzalo cuenta
que la ciudad fue defendida por sus propios habitantes, y la única que logró
resistir ante la embestida del virus. Su padre, y verdadero fundador de la
ciudad fue el que puso las bases de la misma, y la que consiguió levantarla de
sus cimientos, y ahora Gonzalo es el que con su honestidad, su talante y su
rapidez de reflejos la ha mantenido constante en el tiempo. Pero claro, los
costes de una civilización se ven pronto reclamados por sus propios habitantes,
muchos de ellos afincados desde los inicios, otros refugiados desde hace poco tiempo.
Porque Ciudad Humana no solo está formada por antiguos habitantes, sino que
además está abierta a todos aquellos que van llegando del exterior y que, por
cosas del azar, suelen ser los que más quebraderos de cabeza les dan a sus líderes.
Otro aspecto que me gusta de la
trama es lo bien que su autor ha barajado os distintos aspectos que deberían
ser importantes en una ciudad recién levantada de un apocalipsis de esta envergadura.
En la historia podemos ver varios capítulos en los que se tratan los temas
relacionados con la educación, la sanidad, la seguridad (encarnados por los
Z-Men, el cuerpo especializado en estos menesteres)… y la política. Porque sí
amigos, durante un pequeño tramos de la misma nos enfrentaremos a una pequeña
subtrama de esta faceta que de hecho quedará muy bien desenvuelta.
A todo esto hay que sumar que,
en medio de la reconstrucción de la ciudad y cuando todo parece que comienza a
florecer, la aparición de una serie de asesinatos pondrá patas arriba a toda
una ciudad, y sumará otro quebradero de cabeza a Gonzalo, que no parará hasta
dar solución.
Y por último, no quiero cerrar
la reseña sin hablar del tercer grupo de personajes importantes en este tipo de
novelas: Los zombies. Porque aunque no son muy importantes en la misma, sí
tienen su parte de relevancia durante varias fases de la historia. No son los
verdaderos protagonistas, ya que están relegados a un segundo plano y
realmente, y siendo justos con su estatus en la historia, son más parte de un
atrezzo que otra cosa. Son los causantes de la destrucción del planeta, son
culpables de la eliminación de más del noventa por ciento de la población
humana, pero para resignación de los fans del género, no son los protagonistas
principales. He de decir también que al igual que en The Walking Dead, cuando
un humano muere, sea de la manera que sea, éste se levanta transformado en
no-muerto, por lo que se convierte en una amenaza inmediata a la que hay que
combatir de inmediato. Ni que decir tiene que todos los habitantes de este
mundo han de vivir con la continua incertidumbre de la muerte de cualquier ser
querido de manera natural o fortuita. Además, Carlos resuelve uno de los
eternos debates que rodean a este tipo de novelas, el relacionado con la
velocidad de los zombies. En este caso Carlos elige a los lentos como
protagonistas de inicio de la novela, pero en un giro de argumento, éstos
comenzarán a correr como verdaderos hijos de puta, con las consecuencias que
esto acarreará. Para mí, uno de los golpes de efecto de mayor envergadura de la
trama.
Pero no sólo de cosas positivas
se nutren las reseñas, y menos los autores de las novelas reseñadas. Por tanto,
es lo mínimo enumerarlas para que Carlos, si lo cree oportuno, pueda
subsanarlos en sus siguientes entregas, ya que la historia acaba de comenzar y
a partir de aquí le seguirán otras dos continuaciones para formar la trilogía.
Uno de los mayores fallos que contiene es la caída de intensidad de algunos
capítulos que se cierran entorno a las explicaciones de ciertos aspectos
técnicos y explicativos que en algunas ocasiones al lector, le hará torcer la
cara. Otro a destacar, y que es muy repetido en la autoedición, es la
corrección. No es una novela cargada de errores ortotipográficos, pero sí es
cierto que alguna errata se ha escapado. Aunque me consta que en las
subsiguientes ediciones se han subsanado dichos fallos, ya que mi edición es de
las primigenias y por tanto, no había pasado aún la criba de la crítica.
Por tanto una novela llena de
matices con personajes que gustarán mucho, otros a los que se les odiará por
momentos, una trama muy bien hilada y un final apoteósico que te hará
levantarte del sofá y aplaudir a su autor para agradecérselo. Como diría el
propio Carlos: ¿Os gustó El cuarto Jinete? ¿Os gustó Los Caminates? ¿Os gustó
De Madrid al Zielo? Pues en Ciudad Humana se cuenta lo que pasa cuando todos
los personajes de estas historias ya han muerto…
Muchísimas gracias por este pedazo de reseña. Quería haberlo puesto ayer, pero no sé porque problema del móvil no pude. Un abrazo¡¡¡
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