Tenemos ante nosotros una grata sorpresa, al menos para mí, en lo que se refiere al género del suspense y terror. Sin grandes aspavientos, con una sencilla narración y un ritmo adecuado en cada momento, nos enfrentamos a dos buenísimos relatos diseñados en poco más de cien páginas.
En el primero Emilio es un profesor de instituto separado de su mujer y odiado por su hijo, que vive solo y pasa el tiempo entre correcciones de exámenes y evaluaciones continuas. Hasta que una noche recibe un extraño mensaje de alguien pidiéndole ayuda, que sale de su impresora apagada, y le arrastra a una sucesión de aconteciminetos que le llevarán a un inexperado final.
En el segundo Abelardo es un joven normal, que vive con sus padres y está enamorado de su novia. Es trabajador, aunque algo dado al desastre, y que no necesita de mucho para ser feliz. Un día algo se cruza en su camino y cambia todo su mundo llegando a peligrar su vida. Asustado busca ayuda en su chica y ambos necesitarán de toda su fuerza de voluntad para cambiar su sino.
Dos grandes relatos de tensión, suspense y terror, que te arrastraran a una lectura intrigante e inquietante hasta la última de sus palabras.
Lo dicho, una gran y feliz sorpresa, al menos para mi persona, pues nada conocía del autor y del que espero leer más de aquí en adelante.
Terror, suspense, misterio...que más quieres, léelo.
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