Bueno, bueno, bueno. Mi reencuentro con el Señor Tolkien no ha sido tan placentero como yo esperaba, pero al menos me ha mostrado una faceta diferente a los reinos de la Tierra Media que tan profundamente conozco.
Reconozco que la lectura ha sido bastante pesada para mi gusto, pero aun así, lo que he encontrado entre las páginas de esta obra, durante muchos momentos me ha vuelto a llevar de nuevo al mundo que antaño conocí cuando era tan solo un niño. No he llegado a visitar de nuevo Gondor, ni Hobbiton, ni he visto las cenizas del Monte del Destino levantarse en forma de nube hacia el cielo de Mordor; pero en el viaje que he recorrido en estos días, Tolkien ha conseguido llevarme de nuevo al mundo de Fantasía, una travesía que pronto tendré que repetir si los Valar me lo permiten.
Cuentos desde el reino peligroso no es una novela al uso, sino que son una recopilación de cuentos y poemas escritos por Tolkien en su época "pre" y "post" Señor de los anillos. Algunas como Egidio, el granjero de Ham, o Roverandum, son cuentos creados por él para divertir a sus propios hijos en momentos puntuales de sus vidas y que, apartados en un lado de su despacho, retomó años más tarde para convertirlos en lo que son ahora. Otros, como Las aventuras de Tom Bombadil, no son mas que pequeños poemas que vuelven a la Tierra Media solo para hacer algún inciso sobre la vida de tan excéntrico personaje, cuándo conoció a su Baya de Oro, o su intensa y eterna lucha con el Viejo Hombre Sauce o los tumularios.
Hoja de Niggle y El herrero de Wotton Mayor son los otros dos cuentos que cierran este pequeño tesoro literario, pero el primero, una verdadera maravilla que aunque cuesta entenderlo a la primera (al menos a mi me costó entender el cometido de alguno de los personajes) una vez se relee la explicación del prólogo enamora más si cabe al lector.
Sin duda no es de lo mejor que he leido últimamente, pero hay que reconocer que la maestría de Tolkien a la hora de recrear mundos fantásticos e imaginativos es tan legendaria, como las historias de los protagonistas que se esconden entre sus páginas. Todas sus historias están llenas de la impronta de su autor, y eso es algo que a mi, como fan dela saga del anillo, no me ha pasado desapercibido.
La mayor pega que tiene este escrito, es el final. En él se incluye un ensayo titulado "Sobre los cuentos de hadas" en el que Tolkien demuestra su maestría del lenguaje, las historias de folklore nórdico, y los cuentos clásicos europeos. Éste, resulta demasiado empalagoso, tosco y quizá denso, ya que no es una narración, sino las impresiones de un verdadero estudioso de las costumbres de los antiguos cuentacuentos y que intenta desglosar a lo largo de mas de setenta páginas de dónde provienen los cuentos de hadas.
En su favor tambien debo añadir, que la edición que yo leí (ignoro si las demás ediciones son iguales) lleva incluidas varias ilustraciones de Alan Lee con su peculiar manera de retratar el mundo mágico y maravilloso del Señor Tolkien.
Un libro muy recomendado para todos los fanáticos del autor, pero quizá demasiado aburrido y lento para los lectores menos icónicos.
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