domingo, 29 de abril de 2012

El planeta de los simios. Pierre Boulle

El libro con el que nos encontramos hoy se trata nada más y nada menos que El planeta de los simios, clasico de la ciencia ficción de los años sesenta que nos lleva a un mundo extraño en el que los simios dominan el mundo. Pero cada cosa a su tiempo. Primera su resumen.

En una época en que los viajes interplanetarios están a la orden del día, una pareja de enamorados cruza el espacio en plena luna de miel. Durante su viaje, encuentran una botella vagando por el espacio, con un pergamino en su interior. En dicho pergamino, el periodista Ulises Mérou narra su historia.

Como podéis ver, el comienzo del libro nada tiene que ver con la adaptación de la película (nada mala, por cierto), pero nada mas lejos de la realidad, ya que a partir de este punto es cuando todo comienza a acercarse al argumento cinéfilo.

El tal Ulises, es, digámoslo así, el personaje que encarna Charlton Heston en la película homónima, solo que aquí es un periodista que se embarca en el primer viaje interespacial enviado por el hombre más allá de los límites conocidos del universo. Es aquí donde encontramos otra de las diferencias con la película, y es que, aunque en el celuloide realmente aterrizan en una Tierra del futuro, aquí sí lo hacen en un planeta lejano, mas de lo que ellos mismos creen. Desde este punto, toda la novela prácticamente parte con la misma premisa que su adaptación, en la que Ulises es capturado y encerrado en unos laboratorios para experimentar con él.

Como todas las novelas de Ciencia Ficción clásicas (El día de los trífidos, La guerra de los mundos, La máquina del tiempo) esta tambien está narrada en primera persona, cosa que a un servidor le gusta mucho. Pero el mismo valor que se le añade a este tipo de narración, se lo quita el mismo pecado de las novelas anteriormente citadas, y es el escaso número de diálogos que surten toda la trama, haciéndose algo pesado el estilo narrativo del autor.

La mayoría de las novelas de este estilo suelen ser sátiras, críticas y distopías que, en el fondo de las palabras, con un sutil doble sentido, subyacen en su trama para comentar algo que al autor no le gusta de los tiempos en los que vive. Normalmente un servidor, con coeficiente intelectual demasiado bajo, no suele entender estos dobles significados, pero en este caso sí he sido capaz de sacar esa subtrama que vive escondida en esta novela. La crítica feroz que hace el autor a los experimentos que realizamos los humanos escudándonos en el hecho de que los animales no tienen alma, y están aquí para ayudarnos a conocer mejos los límites de nuestra propia existencia, nos hacen preguntarnos si realmente todos los experimentos y pruebas que realizamos con ellos, son verdaderamente necesarios, o si están realmente infundados debido al fin que se busca.

Nuestro periodista, al verse inmerso en numerosos test y experimentos iguales a los que los humanos realizaban en la antigüedad con los animales, se ve retrotraido al mas puro asco por su propia raza, al tomar consciencia de la absurdez y crueldad de muchos ellos.

Un viaje increible a la conciencia humana hacia los animales "no inteligentes" con una trama muy fluida, a pesar de los pocos diálogos existentes en el mismo, con trazas de historia de Ciencia Ficción muy seria, y sobre todo con un final, mucho más que impactante, más incluso que aquella estatua de la libertad semienterrada en la arena de la playa de la película homónima.

Además, el corto número de páginas de la novela, hace que aun sea mas suculenta para los lectores que disfrutan con este género, ya que con tiempo y pocos actores secundarios molestos en su entorno, en una tarde o dos se lee con tranquilidad. De verdad, darle una oportunidad aunque solo sea para disfrutar de ese final tan maravilloso y sugerente que os va a brindar.

2 comentarios:

  1. Fabuloso, después de muchos años logré encontrar el libro, pero sin pasta, ahora con su foto la imprimiré para hacerle una nueva portada, gracias.

    ResponderEliminar