Aqui estamos, retomando la novela histórica después de mi paso por el mundo Z, con esta espectacular obra de este, para mi, desconocido autor el cual me ha sorprendido muy gratamente.
Ambientada a finales del primer milenio, cuando en la península se luchaba contra la invasión musulmana y los distintos reinos peleaban entre sí por el poder ayudados, como no, por las ambiciones eclesiásticas. En el norte, en una pequeña aldea gallega llamada Outeiro, vive Assur, junto a sus padres, hermanos, hermana y un pequeño lobo donde tiene una sencilla vida de pastoreo.
Una mañana esa sencilla vida se verá truncada por la invasión de los hombres del norte, Vikingos, y la destrucción y desolación que dejan a su paso ante la pasividad de los reyes regentes, condes, y la dudosa moral de la iglesia, que no hacen nada por evitar el dolor y el horror a sus habittantes.
Assur verá su inocencia y sus sueños truncados y se encontrará inmerso en una carrera por salvar su vida
y la de la gente que quiere. Conocerá el valor, el miedo, luchará por su amor y defenderá con valor a todo aquel que se encuentre en posesión de merecerlo. Soñará, amará, llorará y ansiará aquello que no puede tener y con ello te arrastrará a un sin fin de situaciones en un trepidante relato, de casi mil páginas, que no te dejará recuperar el aliento en ningún momento.
Especial, de ritmo pausado cuando ha de serlo y frenético en los momentos adecuados, esta espectacular epopeya de un pequeño hispano te llegará a marcar y desearás más a cada momento.
Recomendadísima lectura, harías mal en no hacerlo.
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