sábado, 23 de noviembre de 2013

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro.






   Nos adentramos hoy en otra magnífica obra de una de las escritoras de más éxito del panorama español, Julia Navarro que, con este volúmen, ahonda un poco más en la historia y en la conciencia del lector que queda inmerso en la narración desde el primer renglón.
   Marian, una investigadora que pertenece a una ONG, llega a Palestina e Israel para realizar una serie de entrevistas con personas que apoyan e impulsan la política de ocupación y con aquellos que siempre se han opuesto. Esto la llevará a entrevistarse con Ezequiel Zucker,  un judío entrado en años y padre de uno de os mayores impulsores de esa política y que es en realidad a quien iba a ver en un principio, que le llevará a conocer un lado de la historia del conflicto muy desgarrador.
   Comenzando a finales del siglo XIX, cuando los judíos rusos empezaron  a ser perseguidos por los afines al zar e iniciaron su éxodo de la que consideraban su tierra y su país, hasta bien entrado la segunda mitad del siglo XX, conoceremos la historia de la famila judía Zucker, de la musulmana Ziad y de los habitantes de la "Huerta de la esperanza".  Lucharemos en todas las guerras, batallas y conflictos provocados, una y otra vez, por la persecución sistemática y la posterior movilización de aquellos judíos que acabaron, sin remedio, en tierra santa, desplazando a los árabes que allí vivían.
   Lloraremos, reiremos y nos enamoraremos. Se nos llenará la razón de incomprensión por la total falta de entendimiento y la poca voluntad de cambiar las cosas de aquellos con los que se inició este eterno conflicto. Pasaremos al lado de personajes históricos que apoyaron una u otra causa, por gobernantes que equivocaban el bando a defender provocando cada vez más caos, división y odio en todos los ricones de Jerusalem. En todos los sititos excepto en la "Huerta de la esperanza".
   En ese pequeño mundo dentro del caos la amistad, el amor y la felicidad está por encima de diferencias religiosas, políticas y bélicas. Los Zucker, Los Ziad y la gente que llega allí y se va dejando huella,  viven en un oasis y luchan contra el resto por conservar lo que tienen.
   De ritmo espectacular, lenguaje claro y datos históricos concretos, esta novela nos adentra y nos lleva por la historia del siglo XX y lo que el mundo hizo con la gente de Palestina e Israel, dejando a la elección del lector si creerse una u otra visión del conflicto o crearse una propia.
   Genial, apasionante y con final sorpresivo, esta novela es absolutamente recomendada para amantes de la historia reciente y de la esperanza perdida.

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